El 4-0 es un golpe directo a la confianza de un Oviedo que no termina de encontrar su ritmo en la competición. Anquela fue claro sobre la situación del equipo cuando se le preguntó en la sala de prensa de Riazor si era el momento más complicado del equipo desde que está al mando. "Sí, sin duda. Es un momento complicado. Ahora es cuando hay que ver a la gente, hay que estar a las duras y a las maduras. Sé que trabajo hago, no voy a cambiar en cuanto a mi forma de llevar un grupo. Solo hace falta un pelín de confianza y de fortuna", indicó.

Al 4-0 le siguió un cántico en la grada que hasta ahora no se había escuchado. El "¡Anquela, vete ya!" se escuchó en los últimos minutos del choque de Riazor. Preguntado por si temía por su puesto, el entrenador aseguró que "por mi puesto temo todos los días, pero no es algo que dependa de mí. Yo estoy a lo que me diga el club. Lo único que tengo que hacer es trabajar. Perdón se pide cuando no haces las cosas, pero nosotros lo intentamos".

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Sobre el partido, el jienense mostró una lectura alejada del resultado final. "Es un resultado abultadísimo para los merecimientos de los dos equipos. En fases del partido hemos jugado bien. A la primera ocasión en contra nos encontramos perdiendo. Después arriesgamos, hicimos las cosas más arriba y el rival no ha perdonado. Han sido infinitamente mejores en el área; en lo demás, no. El partido fue más igualado de lo que dice el resultado", expuso.

El entrenador incidió en su análisis sobre las jugadas a balón parado que tanto perjudican a los suyos: "Es problema de confianza y sobre todo de concentración. Hasta ese gol lo teníamos controlado. Con 0-0 tuvimos una clara y no la metimos. El equipo estaba haciendo las cosas bien. En la segunda arriesgamos y así nos fue. Me da pena por la gente. Por brindarle un resultado. En cuanto al juego, el equipo dio un buen nivel. En fases del partido fuimos mejores".

Por último, el entrenador mostró el sentir del vestuario tras la abultada derrota a menos de una semana del derbi en el Tartiere. "El vestuario está triste, cabizbajo. Nos levantaremos, pero me fastidia por la tristeza que generamos a nuestros aficionados. No hay nada positivo en esta derrota, pero hay que levantarse, no os queda otra", indicó.