Nereo Champagne fue el encargado de atender a los medios tras la sesión matinal en El Requexón. El meta apuesta por la tranquilidad en la semana del derbi.

La victoria ante el Nàstic.

“Fue importante, clave por el momento de la temporada. El equipo no tenía resultados, aunque el juego no era malo. Ante el Lugo debimos ganar y en Mallorca tampoco se hizo mal partido, estuvimos cerca de empatar. Ayer tuvimos 5 o 6 ocasiones claras y metimos un par”.

“El equipo estuvo ordenado desde el primero al último. Siempre bien parado, defendiendo bien. El Nàstic con los cambios y con los pelotazos, nos complicó. Pero aguantamos, síntoma de la madurez del equipo”.

“Veníamos bien, aunque no hubiéramos ganado en los últimos partidos. Pero estamos a gusto. El triunfo ante el Nàstic nos sirve para seguir enganchados a la pelea arriba”.

Su actuación.

“Me preparo para aportar lo mío. Y lo mío es atajar. Cuando pasan los partidos ganas en confianza y tratas de aportar más. Es lo que deseas, seguir creciendo y ayudando”.

El derbi.

“Es una semana especial desde lo externo por todo lo que conlleva jugar un clásico. Desde lo interno, normalidad. Tratando de mejorar nuestras virtudes. No hace falta que nadie me explique lo que significa un clásico, sabemos lo que es la rivalidad. Es especial”.

“Llegar al domingo luchando por estar arriba es importante. Cualquiera hubiera firmado llegar a estas alturas en esta situación”.

El ambiente.

“Cuando vine al Oviedo me hablaban de lo que apretaba el Tartiere y, además, del derbi ante el Sporting, que era uno de los de más rivalidad en España. Tuve la suerte de jugar en el Tartiere en la primera vuelta y vivir ese ambiente. Es muy parecido a un clásico del fútbol argentino. La previa, el día del partido… El día de mañana podré decir que pude jugarlo”.

El balón parado.

“Estamos tranquilos, no hay psicosis con el balón parado. Cometimos errores de concepto, pero en Mallorca tuvieron suerte con el gol. Hay errores porque hay goles, pero también hay virtudes de los rivales.