Tres puntos vitales se lleva el Real Oviedo de Tenerife en un encuentro muy sufrido en el que los azules supieron replegarse para defenderse con orden y mantener la ventaja en el marcador lograda por Bárcenas mediada la primera parte.

Los de Rozada renunciaron al ataque en los segundos 45 minutos en pos de lograr los tres puntos. La necesidad de esta primera victoria hizo que cada vez defendieran más atrás donde el Tenerife bombardeó el área con continuos centros laterales pero en los que Champagne tampoco tuvo que realizar ninguna intervención de demasiado mérito.

El técnico asturiano había decidido iniciar el encuentro con cambio de sistema y de hombres para afrontar esta semana cargada de partidos.

Omar Ramos y Bárcenas ocuparon las bandas con Borja en la media punta retrasándose Sangalli hasta el lateral derecho y con Edu Cortina en el centro del campo.

Los azules comenzaron bien el encuentro con la pelota destacando la tranquilidad de Omar para dirigir el ataque. Sin embargo, el Oviedo no conseguía acoplar bien su presión. Intentaban hacerla en posiciones adelantadas permitiendo al Tenerife llegar al área con demasiada facilidad cuando la superaban.

El Oviedo se retrasó entonces juntando las líneas aunque el Tenerife seguía llegando y centrando por la derecha con Luis Pérez.

En el minuto 25, llegó el tanto del partido. Gran pase en profundidad de Omar Ramos que controla Bárcenas en el área donde dispara raso y con potencia. La pelota acaba en la meta de un Ortolá que pudo hacer algo más para desviar la pelota.

Una jugada que pudo ser clave se produjo al filo del descanso. Un claro penalti, por mano de Sangalli, fue anulado por el VAR tras comprobarse que había fuera de juego de Luis Pérez en una acción previa.

La segunda parte fue un monólogo sin ideas de los locales ante un Oviedo cada vez más replegado que defendió con solidez la meta de Champagne.

El argentino apenas tuvo que lucirse. La multitud de balones al área eran siempre despejados por una defensa azul que supo parar el partido cuando más le convenía y dejar pasara los minutos además de estar muy acertada en los despejes.

El miedo a perder hizo que los ovetenses renunciaran al ataque en busca de asegurar una primera victoria que se produjo finalmente, liberando los jugadores la tensión acumulada tras el pitido final.

Tres puntos que pueden suponer una liberación para toda la plantilla y un punto de inflexión cara a los siguientes partidos en busca de salir de los puestos de descenso.

Los de Rozada tratarán de confirmar esta reacción el próximo domingo a las 16h en el Carlos Tartiere donde enfrentarán a un CD Numancia en racha que acumula siete partidos sin perder.