Una de las reflexiones de Javi Rozada la pasada semana en la sala de prensa apuntaba a la importancia de Saúl Berjón en sus planes. Ya no solo por lo que hace con la pelota; también porque influye en el rendimiento de los que le rodean. "Con Saúl, todos están más cómodos. Borja se quita presión, Sangalli está más liberado y Saúl asume su papel con naturalidad. Es el líder del equipo", indicó el entrenador, que añadió que los suyos no podían tener "Saúl-dependencia". Los datos dicen, sin embargo, que el Oviedo nota cuando el capitán no participa.

Berjón se ha perdido cuatro partidos en lo que va de temporada, los últimos tres de forma consecutiva. Su primera ausencia se dio en la quinta jornada, ante el Elche. Entonces, el club comunicó su ausencia el mismo día de partido por un "proceso vírico". El extremo no pudo ayudar a los azules en el choque que supuso el fin de la etapa Egea en el banquillo: derrota por 0-2.

Ya con Rozada, Berjón se mantuvo en su rol de futbolista indiscutible, principal reclamo del fútbol ofensivo de los azules. Hasta que antes de enfrentarse al Almería, el ovetense atravesó algunos problemas físicos. Rozada decidió darle descanso a medias, reservándolo para la segunda parte. Participó en la última media hora pero el marcador no se movió. Y lo que parecía un descanso forzado por molestias se convirtió en una pausa mayor con la que nadie contaba. Desde entonces, se ha pasado los partidos en la grada.

La ausencia prolongada estas tres semanas ha coincidido con la segunda gran crisis del Oviedo esta temporada, la primera con Javi Rozada en el banquillo. Berjón se quedó en casa en la derrota de Huesca (3-1), en el empate del derbi (0-0) y en el último tropiezo de Las Palmas (3-1). En total, las ausencias del capitán han supuesto que el Oviedo sume un punto (el logrado ante el Sporting) de 12 en juego. Con él en el terreno de juego, el Oviedo ha logrado 14 de los 15 puntos que luce en el casillero. Cuando el ovetense ha sido suplente, la estadística sí mejora: una victoria en Teneirfe (0-1, con 13 minutos de Saúl sobre el terreno de juego) y un empate frente al Almería (0-0, con 27 minutos del capitán).

En el regreso a los entrenamientos de esta tarde (17.00 horas), uno de los principales focos de atención está en saber cómo está Berjón de la tendinitis que le ha mantenido trabajando al margen del grupo las tres últimas semanas. La idea es que se vaya incorporando progresivamente al grupo. Si a lo largo de la semana las molestias desaparecen, podría ser una de las novedades en el duelo del domingo ante el Rayo Vallecano.

Durante la ausencia de Berjón, Rozada ha probado con diversas alternativas en busca del equilibrio en el ataque. En Huesca, el técnico mutó el esquema para jugar con un 4-3-1-2 sin extremos claros, aunque con el 2-0 cambió el guion y Borja se situó en la izquierda del ataque. Contra el Sporting, la novedad fue la presencia de Riki en la meda punta, que hizo que Borja, otra vez, se desplazara a la banda zurda. Finalmente, en Las Palmas, Bárcenas hizo de Berjón, con Omar Ramos tratando de dar amplitud en la derecha.