Sin nada en juego, con la tragedia aún reciente, el partido entre el Real Oviedo y el Mirandés se jugó más con la cabeza que con los pies. El fallecimiento de Arnau en la noche del pasado viernes sobrevolaba en un Tartiere que hoy, si los datos de la pandemia hubieran acompañado, podía haber tenido público en las gradas. Asturias no pasó a la fase 1 y el equipo azul despidió en solitario una temporada en la que se ha evitado sufrir por la permanencia pero en la que el equipo de Ziganda se ha quedado algo corto.

Enfrente tenían al Mirandés entrenado por el asturiano José Alberto, técnico que está muy cerca de firmar para ocupar el banquillo del Málaga. La emoción que sobrevolaba el ambiente tuvo su primer momento culminante cuando, a los cuatro minutos del inicio del choque, Tejera marcó el gol con el que se adelantaba el Oviedo. El capitán del Oviedo mostró dos guantes de portero en homenaje al director deportivo del conjunto azul. Arnau, el que fuera portero del Barcelona y el Málaga, estaba muy presente.

El partido transcurrió sin demasiados accidentes en el camino y a los diez minutos de comenzar la segunda mitad empató el Mirandés, con gol de Djouahra. A partir de ahí, el partido fue entretenido, con alternativas y ocasiones en las dos áreas pero sin que ninguno de los dos equipos fuera capaz de adelantarse.

Los azules acaban la temporada el sábado (18:30 horas) en el campo del Tenerife.