En capítulos anteriores se había comprobado que Ziganda va montando con buena mano un equipo que funciona. Pieza aquí y pieza allá, el esqueleto en forma de 4-4-2 trata de incomodar al rival y golpear con estruendo. Pero quedaba aún un asunto en el aire. Una materia pendiente de evaluación: el nivel de la plantilla. No del equipo inicial, sino el fondo de armario. Los otros. Ayer, dos representantes de esta unidad, Brugman y Joni Montiel, se sumaron a la causa la última media hora para espabilar a un equipo aletargado, empujarle al área del Ibiza y alcanzar un empate dulce (1-1) por cómo se había dado el partido pero que deja con apetito por el arreón final, en el que el duelo bien pudo caer del lado visitante.
Independientemente del botín (un empate siempre ofrece varias lecturas) el Oviedo se trae buenas noticias de Ibiza. Nadie entiende cruzar la jungla sin protección. Y en la selvática Segunda División, Ziganda parece contar con un arsenal a su servicio.
El Cuco cuenta con dos arietes para percutir como plan inicial, pero también hay alternativas. Las que ofrece Montiel, con GPS para encontrar vías a la meta rival. O las que da Brugman, una navaja multisusos: corta, pega, da y llega. También Jirka, fútbol acelerado que a veces demanda una pausa. Si se trata de ganar registros, la prueba de Ibiza fue más que satisfactoria.
El Oviedo tuvo que esperarse a la última media hora para encontrar las buenas noticias. Antes, el Ibiza fue mejor. O al menos estuvo más cómodo. Con una importante excepción: otra vez, la puesta en escena de los azules (ayer con la sacavera) fue notable.
Femenías
APROBADO
Metió una magnífica mano a remate de Godar y se le coló el remate de Lara.
Lucas
APROBADO
Superado en el gol del Ibiza mantuvo después el tipo.
David Costas
NOTABLE
Sigue siendo el jefe atrás. Expeditivo y bien a los cortes.
Dani Calvo
APROBADO
Le costó de primeras en velocidad pero se mantuvo.
Cornud
APROBADO
Atento en defensa, donde recuperó varios balones.
Viti
APROBADO
Tuvo dos muy buenas opciones de inicio y se fue apagando después.
Jimmy
APROBADO
Le tocó la versión menos vistosa, en un duelo de brega.
Luismi
APROBADO
Más gris que en otros partidos, se fue lesionado.
Borja Sánchez
APROBADO
Detalles, como siempre, aunque sin mucha continuidad, como el equipo.
Bastón
APROBADO
Suya fue la última, aunque sin muchas más opciones.
Obeng
APROBADO
Más apagado que en otros partidos._Peleó cada balón.
Jirka
NOTABLE
Lo intentó por su banda.
Creó peligro y pudo anotar.
Javi Mier
APROBADO
Cumplió los minutos que jugó y tuvo la victoria en sus botas.
Joni Montiel
NOTABLE
Muy buenos minutos los suyos, mirando adelante.
Matheus APROBADO
Trabajo sin recompensa en
el tramo final.
El encuentro reclamaba choque y el Oviedo embistió con ganas. Mordiendo arriba y buscando las bandas. El equipo incluso llegó al área rival, como un derechazo de Bastón o un par de centros de Viti. Pero, superado ese impulso inicial, el Ibiza empezó a cogerle el punto al partido. Con viento a favor, meteorológico y anímico, los locales visitaron a Femenías, héroe y villano en un suspiro.
El meta negó el acceso a la red a un cabezazo de Godar en el que lució una de sus virtudes: reflejos felinos. Seis minutos después, al balear se le coló un derechazo de Lara en una acción que mostró uno de sus defectos: esa, a veces, falta de tranquilidad bajo palos. Hacía tiempo, antes del gol, que el Oviedo reclamaba el paso por vestuarios.
Los locales empezaron a llegar una décima antes a los balones divididos. Sin agobiar al Oviedo sí se veía un Ibiza insistente con el balón parado como arma disuasoria.
Lo del aire como único pretexto quedó descartado en el segundo tiempo. Porque el Ibiza fue mejor, viento en contra, y pudo hacer el segundo. Castel, recién ingresado, remató con veneno, pero Femenías, esta vez sin antagonismos, evitó el picotazo. Fue entonces cuando reaccionó Ziganda, buena mano esta vez con los cambios. Leyó lo que necesitaba el equipo y ofreció soluciones. Matheus para presionar, Montiel para tocar y Brugman para todo un poco.
El uruguayo avisó a los 25 y acertó a los 28 en una jugada de laboratorio: centró con mimo Montiel y embocó Brugman. El inicio de la jugada, el cómo el uruguayo se deshizo de su marcador con un par de choques y un amago, es de primero de jugador “canchero”. El mérito del Oviedo fue no conformarse con la renta.
El ir a por más. El Ibiza entendió el mensaje y dio dos pasos atrás. Y los azules pudieron marcar. Lo merecieron en los minutos finales. La más clara fue de Mier, arriba en el área pequeña. Pero también lo rozaron Jirka y Montiel desde la frontal. Morir en el área rival (con caída de Bastón), una de las señales de los equipos ambiciosos.