Canta y no llores

Aprender la lección: el análisis de Xuan Fernández de la actualidad del Real Oviedo

El Oviedo, ahora más de puntos que de sensaciones, tiene las posibilidades de ascender intactas y una charla pendiente con Millán

Millán y Dubasin.

Millán y Dubasin. / Xuan Fernández

No se puede tener todo, debe de pensar el Oviedo. Hace no mucho había buenas sensaciones, pero puntos insuficientes para poder anclarse en el play-off. Hoy y ahora, el Oviedín anda un poco gacho pese al último triunfo, pero con unos números que son clarividentes: el equipo de Carrión, el mejor entrenador azul en esta etapa en Segunda, tiene las posibilidades de ascender a Primera intactas. Ojo, está a un punto de la promoción y a cuatro del ascenso directo. Por contextualizar: en la octava jornada estaba en descenso, pensando que la permanencia sería el único objetivo.

Los números dicen que sí, pero en cambio la percepción no es tan positiva como hace pocas semanas. En el estado de ánimo influye el bache que atraviesan varios jugadores que son piedras angulares en el Oviedo de hoy, como Bretones, Colombatto o Moyano. Ahora, al equipo lo sostienen Leo Román, Viti, Luismi, Cazorla (una pena su lesión) y Alemão. Por ese orden. El reto de Carrión es recuperar el mejor nivel de los otrora esenciales y mantener el de los que ahora tiran del carro.

Para lograrlo, en las nueve semanas que quedan hará mucha falta tener la cabeza fría, en el campo y en los despachos. Y aprender lecciones. A los directivos del Oviedo les toca gestionar el «caso Viti». El ahora lateral, que acaba contrato y está firmando una fenomenal temporada, tiene muchos pretendientes que aprietan fuerte por ficharle, justo cuando el equipo azul se juega un salto a Primera. Tarea del club es que nada distraiga al de Laviana, al que poco se le puede reprochar por el momento. Su partido ante el Villarreal B fue un ejemplo de entrega y acierto. La dirección deportiva y el agente del jugador acordaron hablar del futuro del futbolista a final de la temporada, pero visto el rendimiento del «7» puede que haya que acelerar las gestiones. Perder a Viti no sería ningún drama para el Oviedo, pero sí una mala noticia, siendo el canterano un jugador asentado, que siempre responde y ofrece rendimiento en varias posiciones. Veremos.

También tienen los directivos del Oviedo una charla pendiente con Álex Millán después de una jugada, la que protagonizó ante el Villarreal B, que finalmente no tendrá trascendencia para fortuna del equipo, pero molestó muchísimo en los despachos y en buena parte del vestuario y de la afición. Con el Oviedo ganando 2-1 y sufriendo como un perro, Millán decidió jugársela él solo y no pasar el balón a un compañero –Dubasin– que estaba solo para empujarla y finiquitar el resultado. Hubiese sido el 3-1 y el Oviedo las pasó canutas hasta el final. No es ningún drama. Puede ser incluso entendible: Millán sale de una gravísima lesión y es normal que tenga ansias por anotar un gol, pero alguien debería decirle que en los nueve partidos que quedan el Oviedo se juega un ascenso a Primera y no hay espacio para el egoísmo. Carrión, muy listo, fue el que mejor leyó la jugada y, con elegancia, lo apuntó tras el partido. Seguro que no le vuelve a pasar.

Alemão confirma el buen ojo de Jesús Martínez

No se puede tener todo, debe de pensar el Oviedo. Hace no mucho había buenas sensaciones, pero puntos insuficientes para poder anclarse en el play-off. Hoy y ahora, el Oviedín anda un poco gacho pese al último triunfo, pero con unos números que son clarividentes: el equipo de Carrión, el mejor entrenador azul en esta etapa en Segunda, tiene las posibilidades de ascender a Primera intactas. Ojo, está a un punto de la promoción y a cuatro del ascenso directo. Por contextualizar: en la octava jornada estaba en descenso, pensando que la permanencia sería el único objetivo.

El lío en la banda derecha

En la banda derecha del Oviedo pasan cosas llamativas. Fíjense: el teórico lateral titular, Viti, es en realidad extremo, mientras que el teórico extremo titular, ¿Masca?, es en realidad delantero. En el banquillo está Lucas, lateral, y también Paulino, que rindió de lo lindo en esa posición y ahora está algo más en la nevera. Paulino espera su momento.

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