El alcalde de Siero, Ángel García, ha sido citado a declarar en diciembre por una investigación abierta tras ser acusado de presunta prevaricación administrativa. Junto a él, comparecerán la concejala de Urbanismo, Susana Madera, y la jefa técnica del área. La demanda que está siendo investigada, interpuesta por el Sindicato Independiente de la Policía Local de Asturias (SIPLA), surge a razón de la licencia menor de obras por el “lijado y pintado de una barandilla” con fecha del 23 de octubre, a nombre de la pareja del regidor en ese momento y en la vivienda donde él residía. La solicitud de la misma, según el registro, entró ese mismo día a las 10.04, a las 10.50 se firmó la resolución de concesión por la concejala del área y a las 12.16 horas se notificó.

“Cuando le tocas a alguno los privilegios ocurre la respuesta que está habiendo en Siero: una campaña de acoso y derribo. Nosotros intentamos gestionar lo mejor posible, y corregimos situaciones extraordinarias que se daban en determinados colectivos; había más de 100.000 euros de excesos, que ahora se han podido invertir en otros servicios. El precio a pagar por ello es este”, declaró el Alcalde sobre la demanda interpuesta por el SIPLA.

No es la primera vez que este colectivo denuncia al regidor sierense, algo recurrente desde que comenzaron, hace años, las discrepancias entre ellos. Por ejemplo, en abril se anunciaba que se archivaba una causa también por prevaricación, donde se acusaba a García de dejar caducar expedientes para beneficiar a determinados funcionarios. “Nosotros velamos por los intereses de la comunidad. Quizá ellos también tengan que pensar que lo que hacen es un servicio público”, recalca García. Esta misma obra de cuya licencia ahora se denuncian irregularidades también tuvo que ver con la causa por la que condenaron al Alcalde por un delito leve de lesiones tras una disputa con un vecino de su mismo edificio.

La noche del miércoles 22 de abril, en pleno estado de alarma, este vecino llamó a la Policía Local para denunciar que en uno de los pisos contiguos, donde vivía el Alcalde de Siero, creía que se estaba realizando una obra. Según demandó, ya llevaba tres días oyendo ruidos en este sentido. Al día siguiente, jueves, entraba por registro la solicitud de la propietaria del inmueble de realizar la vivienda. Eran las 10.04 de la mañana. El informe del arquitecto fue emitido 20 minutos más tarde, a las 10.27 horas. Y a las 10.50 la resolución estaba ya firmada por la concejalía correspondiente. Se notificó ese mismo día a las 12.16 horas. Y durante esa misma jornada, el vecino que ya había llamado a la Policía denuncia por el registro del Ayuntamiento posibles obras sin licencia. Cuatro días más tarde, el 27 de abril, un informe falla a favor de la propietaria, ya que la licencia se había expedido el mismo día que se realizó la demanda, por lo que no se apreciaba una infracción. La justicia dilucidará ahora quién tiene razón en el capítulo de la expedición de la licencia, otra batalla judicial más en la guerra entre el sindicato policial y el Alcalde.