El sector industrial crece en Siero con una nueva nave de carrozados

Crastir estrena locales en Granda por su vigésimo segundo aniversario, pero advierte de la falta de profesionales en el sector

Asistentes a la celebración del aniversario de Crastir, con Juventina y Julio Fernández en primera fila, en el centro, junto al alcalde, Ángel García. | L. Palacios

Asistentes a la celebración del aniversario de Crastir, con Juventina y Julio Fernández en primera fila, en el centro, junto al alcalde, Ángel García. | L. Palacios / Luján Palacios

Corren buenos tiempos para el sector industrial en Siero, y las inversiones de las empresas así lo atestiguan. La compañía Crastir Carroceros, ubicada en el polígono de Granda, celebró este sábado por todo lo alto su XXII aniversario, todo un hito que han querido festejar con la inauguración de una nueva nave en sus instalaciones, dedicadas a la colocación de grúas en vehículos industriales.

"Tenemos la intención de seguir creciendo porque hay mucho trabajo, y aspiramos a aumentar la plantilla pero nos topamos con un problema, y es la falta de profesionales que sepan hacer el trabajo en este ámbito", explica Elena González, hija y sobrina respectivamente de los socios fundadores, Julio y Juventina Fernández.

"Somos una empresa familiar y el balance que hacemos es muy bueno, porque siempre hemos tenido mucho trabajo", relata la portavoz de la compañía, que ayer reunió a decenas de colaboradores, trabajadores y sus familias para pasar un día de fiesta.

La ocasión lo merecía, porque "acabamos de coger la representación de una de las mejores marcas de grúas en vehículos del mercado, y eso nos permitirán seguir aumentando el negocio", indican, a la espera de poder suplir una carencia de profesionales que no es exclusiva de esta rama, sino que se da en muchas áreas de la industria en los últimos años.

El alcalde de Siero, Ángel García, fue uno de los invitados a la celebración, en la que deseó a la familia "muchos éxitos" para continuar con la labor puesta en marcha en 2001 por los hermanos Fernández. Julio y Juventina mamaron la profesión desde la infancia, porque su padre Tino era "el ferreru de Traspando", y con él se formaron en este campo.

Llevaban muchos años en el mundo del vehículo industrial cuando decidieron embarcarse en una aventura empresarial que los llevaría primero al polígono de La Roza y, desde hace once años, a Granda. En la actualidad cuentan con el apoyo de la segunda generación, y suman ocho empleados más los dos socios fundadores, especializados en la fabricación, reparación y reforma de todo tipo de carrocería industrial. "La experiencia nos ha permitido hacernos cargo no sólo de los arreglos, sino que actualmente nos hemos convertido en un verdadero referente en lo que a fabricación de carrocerías totalmente nuevas se refiere", señalan, con el deseo de "seguir sumando.