Belén Riveiro, trasplantada de pulmón: "Llevo años sin ayuda domiciliaria como es debido"

Residente en Tiñana, denuncia incumplimientos y mal funcionamiento del servicio en Siero

Belén Riveiro, en su casa de Tiñana, en Siero.

Belén Riveiro, en su casa de Tiñana, en Siero. / Lucía Rodríguez

Lucía Rodríguez

Belén Riveiro nació con fibrosis quística, un trastorno que causa daños graves principalmente en los pulmones, y en menor grado el sistema digestivo y otros órganos del cuerpo. Es por ello que, hace ya diez años, tuvo que someterse a un trasplante doble de pulmón, lo que hizo que su vida diera un giro total. Siempre había sido una persona muy activa, dentro de sus posibilidades, pero después se vio con serias dificultades para desenvolverse como solía hacer habitualmente, por lo que desde el propio hospital le dieron el alta con la concesión de ayuda domiciliaria, para que una persona le ayudase a realizar las tareas básicas de limpieza y mantenimiento de su hogar.

Todo iba bien, hasta que hace siete años, Riveiro decidió trasladarse a Tiñana y la gestión pasó a depender del Ayuntamiento de Siero. "Tengo concedida una ayuda por la cual una persona viene a limpiar a mi casa tres días a la semana, a una hora determinada, que concretaron cuando me dieron la asistencia a domicilio", explica. "Al principio cumplían perfectamente, pero al cabo de poco tiempo, cada día vienen a la hora que les da la gana y me cambian a la persona cada dos por tres. Y lo que es peor, sin ni siquiera avisar".

Esto implica, por una parte, que "cada vez que viene una trabajadora diferente, tengo que explicarle dónde está todo y enseñarle la casa y, por otro, que al cambiarme el horario, hay días que tengo que pedirles que se marchen porque tengo consulta o porque no me encuentro bien". Algo que, para Belén Riveiro, supone un esfuerzo adicional, debido a la medicación que toma a diario y que "me deja muy cansada e incluso con pérdidas de memoria".

La afectada asegura que "me consta que hay muchas personas mayores, mucho más necesitadas que yo, que lo están pasando muy mal" sin la ayuda que necesitan a diario, dice. Ella, por su parte, ha intentado de todas las maneras posibles que la situación se solucione, asegura, pero no lo ha logrado.

"He hablado con Servicios Sociales, he presentado un escrito en el Ayuntamiento de Siero y hasta he llamado a la empresa, pero nadie hace caso. Es más, podría asegurar que se están riendo de mí a la cara", recalca.

Belén Riveiro afirma que, cuando lo comenta con las trabajadoras, la respuesta es que "tienen a muchas compañeras de baja y no dan abasto".

Entiende que "tengan que atender primero a los más mayores", pero "yo no pido que vengan a la hora que yo quiera, ni más temprano ni más tarde, solo que me concreten un horario fijo y que lo cumplan", concluye Riveiro.