"Era un buen padre, nunca se metió con drogas ni bandas", dice la exmujer del asesinado en Granda (Siero)

"Jhon Jairo se vino a España para trabajar y así poder darles a sus hijos un futuro prometedor", asegura Diana Carolina Scarpetta

La casa en la que vivía uno de los asesinos, y ante la que pudo cometerse el crimen. En el recuadro superior, el asesinado.

La casa en la que vivía uno de los asesinos, y ante la que pudo cometerse el crimen. En el recuadro superior, el asesinado. / Luis Vega

Luis Ángel Vega

Luis Ángel Vega

Diana Carolina Scarpetta, exmujer de Jhon Jairo Pérez, mostraba este jueves su "desespero por que haya gente tan mala como para matar de esa forma a una persona". Aunque el asesinado mantenía ahora otra relación y acababa de ser de nuevo padre, seguía manteniendo un estrecho contacto con la hija que tenía con Diana Carolina Scarpetta, con la que tuvo una relación de cinco años. "Él intentaba que se arreglaran las cosas, y no pelear. Pero miren dónde terminó", se lamentó la mujer.

Añadió que Jhon Jairo quería resolver el conflicto por la "pelea sin sentido" ocurrida en Colombia y que finalmente le ha costado la vida. "Era muy tranquilo, le gustaba la música y disfrutaba hablando con la gente", describió Scarpetta. "Era un buen padre que siempre se preocupó por sus hijos. Como todo ser humano tenía errores, pero nunca se metió con drogas ni bandas. Se vino a España a trabajar para poder darle a sus hijos un futuro prometedor y que a ellos no les faltara nada", añadió.

Una vez realizada la autopsia, queda por dilucidar si el cuerpo es repatriado a Colombia o se queda en Asturias, decisión que corresponderá a su familia más cercana.

El crimen ha causado un gran impacto en Siero. "No sabe uno lo que tiene al lado", aseguraba un vecino de la finca donde se encontró el cadáver. Otra vecina resaltaba que nunca habían dado ningún problema: "Nunca hubo una pelea o una discusión. Se marchaban a trabajar por la mañana y alguna vez hacían una fiesta, pero sin montar mucho jaleo. Alguna vez vinieron incluso a preguntarme si les daba unas galletas que preparo. No puedo creer lo que ha pasado".