Concurso del Profesor de Religión de Asturias: un alumno de La Fresneda gana el primer premio de su categoría

Adrián Aparicio Sierra, de cuatro años y escolar del colegio de la urbanización, se alzó con la victoria del certamen convocado por la Delegación Episcopal de Enseñanza del Arzobispado

El dibujo premiado en el certamen.

El dibujo premiado en el certamen. / L. R.

Lucía Rodríguez

Tiene cuatro años y, como a todos los niños de su edad, le gusta pintar, el fútbol, la bici y jugar con sus amigos del colegio. Se llama Adrián Aparicio Sierra y, a su corta edad, ha conseguido alzarse con el primer premio de su categoría en el I Concurso "¿Quién es para ti el profesor de religión?", convocado por la Delegación Episcopal de Enseñanza del Arzobispado. El certamen recibió 400 propuestas de todos los centros educativos asturianos, divididas en tres categorías según el nivel educativo, y con tres premiados en cada una de ellas.

El dibujo de Adrián no solo destacó por su habilidad artística, sino también como testimonio de los valores arraigados en su familia y su educación. En él, puede verse como camina de la mano de su profesora del colegio La Fresneda (Siero), María Miláns, por "el camino del amor", según explica el propio niño. Y es que, para Adrián, "María es una de mis profesoras preferidas porque siempre me ayuda mucho, tanto en el colegio como con mis amigos". Sus profesoras lo definen como un pequeño "alegre, divertido y extrovertido".

Miláns, encargada de promover entre las familias la información sobre el concurso, señala que "para mí todos han sido finalistas y los mejores". Tanto es así, que la docente ha solicitado que "vuelvan a remitirme los dibujos porque para mí son un tesoro que adquirirá más valor con el tiempo y que quiero conservar".

Adrián, junto a sus padres, Silvia Sierra y Carlos Aparicio, y su hermana pequeña Marina en su casa de La Fresneda.

Adrián, junto a sus padres, Silvia Sierra y Carlos Aparicio, y su hermana pequeña Marina en su casa de La Fresneda. / L. R.

Los padres del pequeño Adrián, Silvia Sierra y Carlos Aparicio, orgullosos del pequeño artista que tienen en casa, explican que "para nosotros, la educación religiosa es tan importante como la académica y por ello, desde pequeños, hemos educado a nuestros hijos en valores como el amor, el perdón y la solidaridad".

La victoria de Adrián en el concurso no solo es un logro personal, sino un testimonio del poder transformador de la educación basada en valores. A medida que Adrián y su familia celebran este hito, "también queremos inspirar a otros a reflexionar sobre la importancia de cultivar una educación que nutra no solo la mente, sino también el alma", concluyen los progenitores.

Imagen del dibujo, en la que se pueden apreciar todos sus detalles y texto.

Imagen del dibujo, en la que se pueden apreciar todos sus detalles y texto. / L. R.