La lluvia impide la salida de la procesión de la Virgen de la Cabeza de Meres

Una tormenta durante la celebración de la misa llevó a Festejos a tomar la decisión de no sacar la imagen al exterior

La lluvia impide la salida de la procesión de la Virgen de la Cabeza de Meres

Lucía Rodríguez

Lucía Rodríguez

Cientos de personas se agolparon ayer en torno al santuario de la Virgen de la Cabeza de Meres (Siero), donde esperaban ansiosos ver salir la procesión, como todos los años. Sin embargo, después de la homilía, una intensa lluvia obligó a los miembros de la Sociedad de Festejos a tomar la decisión de cancelar la salida. Aún así, la venerada la imagen realizó un breve paseo bajo la carpa instalada junto a la ermita, por un pasillo que los propios feligreses dejaron para poder ver a su Virgen.

Julia Barrios y Alicia García llegaron desde Pola de Siero. «Es la primera vez que venimos y ya teníamos muchas ganas, porque nos parece muy emotivo estar aquí», apuntaron. No era el caso del matrimonio formado por Avelino Moro y María Fonseca, que llevan muchos años acudiendo al Día Grande de las fiestas de Meres, por tradición familiar. 

«Somos de Santa Marina (Siero) y ya de pequeña, venía con mis abuelos», apunta ella. Moro añade, además, que «sí notamos que este año hay menos gente, quizá el mal tiempo los haya echado para atrás, porque otras veces era imposible caminar por el prao de la gente que había».

Los actos comenzaron a las 12.00 horas, con la celebración de la misa solemne, en esta ocasión, oficiada por primera vez por el obispo emérito de Santander, Manuel Sánchez Monge, acompañado por el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes y varios sacerdotes de distintas parroquias de Siero, entre los que se encontraban Manuel Alonso, párroco de Meres, Fermín Riaño, el de Pola de Siero, José Luis Fernández Polvorosa, sacerdote de La Fresneda, José Luis García y Xicu Firme, diáconos permanentes, o Sotero Alperi y Valentín Castelao, entre otros.

Sánchez Monge fue el encargado de realizar la homilía, en la que destacó que hay que dejar crecer a la juventud. «La vida no es un camino de rosas, tiene muchas dificultades. Pero uno no se puede amilanar y hay que aprender a afrontarlas con fortaleza, audacia, pero también con prudencia». Así, hizo referencia a la parábola del Buen Samaritano y animó a los adultos «a ayudar a estos jóvenes en la toma de decisiones y enseñarles a afrontar los problemas».

Día del Colaborador

La ceremonia fue cantada por el coro de la Unidad Pastoral de San Martín de la Carrera (Siero), dirigido por Ramón Méndez. «Venimos todos los años y la verdad es que lo disfrutamos mucho», apuntó su director. Tras la misa y la pequeña salida de la Virgen de la Cabeza resguardada bajo la carpa, los asistentes pudieron disfrutar de una sesión vermú amenizada por el Grupo de Gaitas El Piñote, de Argüelles.

Las celebraciones de las fiestas de Meres continuarán hoy, martes, con el Día del Colaborador. La jornada dará comienzo a las 18.00 horas, con la celebración de una eucaristía para recordar a los difuntos, a la que seguirá la imposición de la medalla de la Virgen de la Cabeza, que se concede a la vecina Ángeles López Hevia. A partir de las 19.00 horas se procederá al reparto del bollo a socios y colaboradores, para finalizar a las 23.00 horas con el espectáculo pirotécnico.