2 Javier Blanco

Elvis «celebró» sus 75 años desde el otro mundo, y sus fans, familiares y allegados (que entre las estrellas siempre hay mucho allegado) han organizado diversos festejos que tuvieron momentos de emoción en la casa de «Graceland» que seguirán durante todo el 2010. De paso comienzan a precipitarse todo tipo de «asuntos» relacionados con su vida. Nadie olvida al Rey, a pesar de que se despidió hace ya más de 30 años

Michael Jackson no hace mucho que falleció, pero parece que han pasado siglos. Y es porque los acontecimientos se precipitan a borbotones, como un corte en alguna vena maestra. Es tanto el material que circula en torno a Jacko que todo parece lejano. De hecho, a los pocos días de su fallecimiento (en junio pasado) ya se sacudía reiteradamente la discografía del astro pop. Se juntaron funerales con hipótesis criminales, suicidas, depresivas, familia, herencia, hijos y negocio, mucho negocio. Tanto barullo hace que todo parezca lejano, añejo.

En cambio con Elvis, que está fuera de este mundo desde hace tantas décadas, todo parece cercano. Del Rey del Rock se habla en «presente vivo»: «Vuelve Elvis». Y no digamos el «eslogan» más aplaudido: «Elvis vive». Es por eso que aunque ahora se conmemore el 75.º aniversario de su nacimiento, se habla en «presente vivo»: «Elvis cumple 75». Es el Rey que siempre está cerca, nada en él suena a historia pasada, rebozada o rehogada. Semanas atrás la lio un doctor cercano que contaba esas historietas que se suelen contar de los mitos y que alargan su leyenda. Recordó el médico que el Rey «se metía de todo», que es asunto viejo. O no es un asunto que impacte a nadie a estas alturas de la película del de Memphis. Sin embargo, sonaba como si fuera un suceso de ayer. De hecho, el doctor Nick, que así se llama, publicó un libro que cuenta la relación entre ambos. Y, sobre todo, cuenta las cosas de Elvis. No hay nada nuevo, al menos no hay un fondo nuevo en las viejas tesis, pero con Elvis nada es viejo. Todo es cercano y «presente vivo». Claro que, al final, de tanta tesis gilipollesca la conclusión más fiable es que Elvis vive porque cincuenta y muchos años después de que empezara a zumbar y a hacer zumbar esto del rock and roll sus canciones siguen vigentes, y muy vigentes. Da lo mismo los palos que atraviesen el mercado. Ya pueden (o pudieron) ser punkies, sinfónicos, nuevaoleros, tecnos o DJ de última generación que por sus mundos siempre aparecerá algún sampleo, versión o adaptación de algún clásico del Rey del Rock.

Habrá que esperar años para que lo de Michael Jackson parezca cercano. Su muerte es tan reciente que da sensación de lejanía. De hecho, en nada de tiempo ya han salido libros, reediciones discográficas, piezas inéditas que no lo eran tanto, películas -«This is it»-, y hace unos cuantos días ya se hizo un «casting» para un musical con el fondo de canciones del Rey del Pop: el primer día se presentaron 400 aspirantes. Mucho mogollón para tanta proximidad a su muerte. Jacko y Elvis tienen parentesco político y se repartieron los dos títulos nobiliarios más importantes: Rey del Pop y Rey del Rock. Elvis está cerca desde la lejanía y Jacko está lejos desde lo reciente de su muerte. Pero las canciones de ambos estarán vigentes eternamente.