Corín Tellado, la escritora en lengua española más leída después de Miguel de Cervantes, ha dedicado toda su vida a su gran pasión, las novelas de amor de las que llegó a publicar 4.000 títulos, y la muerte le ha sorprendido hoy, a los 81 años, apenas dos días después de finalizar su último relato para la revista hispanoamericana "Vanidades".

Fuentes familiares han explicado a EFE que la autora se levantó a la siete de la mañana en su domicilio del barrio gijonés de Roces y se cayó, probablemente tras sufrir un infarto cerebral o cardíaco.

La muerte encontró a Corín Tellado rodeada de sus familiares más cercanos que se hallaban en esos momentos en su domicilio.

Una de sus hijas ha explicado en el tanatorio que en los últimos meses su madre se encontraba "bastante agotada" y ayer por la tarde pasó una revisión neurológica en el Hospital de Cabueñes.

El pasado miércoles, María del Socorro Tellado López dictó las ultimas líneas de uno de los relatos de una serie encargada por la revista "Vanidades", con la que colaboraba desde los años cincuenta del siglo pasado, ya que la enfermedad le impedía sentarse delante de la máquina de escribir que ha sido su compañera inseparable durante más de 60 años.

Corín Tellado era una mujer intensa, amable, que compartía su enorme capacidad de trabajo con la vida en familia, rodeada por sus hijos y nietos en un chalet del barrio de Roces, y la muerte le sorprendió a primera hora de la mañana con el trabajo hecho y rodeada por los suyos.

Con 4.000 títulos publicados y 400 millones de ejemplares vendidos, la prolífica escritora fue elogiada por escritores como Mario Vargas Llosa que la definió como "la escribidora", y denostada por autores que consideraban la novela de amor como un género menor, casi despreciable.

Corín Tellado nunca hizo caso de las críticas y defendió a capa y espada su trabajo argumentando que sus obras tenían un subtexto "revolucionario para la época", al defender la libertad e independencia de la mujer, idea de la que fue consecuente en su propia vida.

"No soy romántica, ni soñadora, ni visionaria (...) pero alguien tenía que hacer novelas de amor y si las hice yo, eso que tienen por adelantado", afirmó durante la apertura de la exposición "Corín Tellado. 60 años de novela de amor", una muestra celebrada en 2007 con la que Asturias homenajeó a su escritora más popular.

Fue una mujer que se hizo a sí misma en un tiempo dominado por una cultura machista, que luchó contra los prejuicios sociales y contra la censura franquista a la que supo burlar con inteligencia y astucia, aunque nunca renegó de una posición política de centro derecha.

Su nombre figura desde el año 1994 en el Libro Guinnes de los récords como la escritora en lengua hispana más leída, recibió la medalla al mérito del trabajo, obtuvo el reconocimiento de instituciones políticas y sociales y fue nombrada hija predilecta de Gijón, la ciudad que asumió como propia.

Aunque había nacido en Viavélez, un pequeño pueblo costero del occidente asturiano, el 25 de abril de 1927, hija de una ama de casa y de un maquinista naval, Corín Tellado llegó a Gijón en 1951, seis años después de que tuviera que tomar las riendas de su familia tras la muerte de su padre.

Su primera novela "Atrevida apuesta" fue publicada por Bruguera que le pagó 3.000 pesetas y la contrató un año después para que formara parte de la nómina de escritores de esa editorial con la que estuvo vinculada hasta el año 1973, llegando en algunos momentos a escribir una novela corta a la semana.

Casada en 1959 con Domingo Egusquizaga, de quien se separó tres años más tarde, tuvo dos hijos, Begoña y Domingo, a los que crió con el mismo tesón con que escribía las novelas que devoraban millones de lectores, la mayor parte de ellos de países de Iberoamérica.

"Corín Ilustrada", la colección de fotonovelas llegó a vender 750.000 ejemplares en una semana, y algunos de sus títulos fueron llevados al cine como "Tengo que abandonarte", dirigida por Antonio del Amo.

Los restos mortales de la escritora serán incinerados mañana, domingo, a las 12:30 horas, y el próximo lunes, a las 17:00 horas, se celebrará el funeral en la Iglesia de la Inmaculada de Gijón. EFE