Un juez de Sevilla ha admitido a trámite una demanda presentada por la fiscalía contra Telecinco por haber supuestamente vulnerado la intimidad de la novia del asesino confeso de Marta del Castillo, de sólo 14 años. La adolescente en cuestión salió en varios programas, a cara descubierta, contando las idas y venidas de Miguel Carcaño el día del crimen y alrededores. El juez sevillano afirma que su testimonio no era de interés público y únicamente obedecía al sensacionalismo. ¿Vulneró la cadena la intimidad de la menor? Posiblemente sí, pero no creo que se pueda reducir exclusivamente a la sed de morbo el testimonio de la persona que durmió, esa misma noche, con el depravado que supuestamente mató a Marta del Castillo. ¿Vulneró la cadena la intimidad de la menor? Insisto: posiblemente sí, por no haberle nublado el rostro, pero la niña -lamentablemente- forma parte del patético circo que rodea el asesinato de Marta. Y no olvidemos, además, que cambió su versión pasando del «no saber» a «saber desde el principio». La posible indemnización de 100.000 euros que la cadena tendrá que pagar a la chica si la demanda llega a buen puerto muy probablemente habrá salido rentable a Telecinco, a tenor de la audiencia y la difusión de los programas en los que participó la menor. La pregunta es: ¿por qué nadie demanda a su madre, que no sólo autorizó su fugaz estrellato televisivo -desconozco si previo pago-, sino que además se maquilló y peinó para aparecer con ella en los platós y ahora encima recibirá 100.000 euros? Mucho me temo que esta demanda no ha hecho más que abrir la veda y no tardaremos en ver a nuevos buitres carroñeros hambrientos de fama. El negocio, desde luego, suena redondo.