Los hosteleros asturianos consideran que, de llevarse a cabo la reforma legislativa para prohibir el consumo de tabaco en todos los establecimientos, verían reducidas sus ventas entre un 10 y un 15 por ciento con la consiguiente pérdida de empleo en un sector que genera 30.100 puestos de trabajo en la región.

Estos datos los ha facilitado hoy el presidente de Hostelería de Asturias, José Luis Alvarez Almeida, durante una rueda de prensa en la que ha criticado el "clima de incertidumbre" generado por los anuncios del Gobierno de que modificará en los próximos meses la vigente Ley del Tabaco, aprobada hace tres años.

Alvarez Almeida ha lamentado que en España se utilice una "recomendación" de la Unión Europea de prohibir fumar en espacios públicos cerrados para convertirla en ley y ha incidido en que la responsabilidad de que se consuma o no tabaco es de la propia sociedad "pero no del hostelero, al que no se puede convertir en policía".

Según el dirigente de la asociación hostelera mayoritaria en Asturias, se estima que la vigente normativa se incumple sólo en el 2 por ciento de los casos y ha cuestionado que, con este porcentaje tan bajo, se adopte la decisión de cambiar una ley que, desde su entrada en vigor hace tres años, ha obligado a hacer reformas en unos 500 establecimientos por importe de entre 12.000 y 25.000 euros.

A su juicio, si el 70 por ciento de los ciudadanos estuviera a favor de la prohibición de fumar en bares y cafeterías, habría muchos más establecimientos que habría optado por acogerse a la categoría de libres de humos, pero, por el contrario, los espacios reservados a fumadores siguen siendo los más demandados, especialmente en los restaurantes.

Para Alvarez Almeida, la repercusión en las ventas en la restauración se situaría en un 7 por ciento, porcentaje que alcanzaría entre el 10 y el 15 por ciento en los bares y por encima de esta cifra en el caso de los locales nocturnos en los que, ha reiterado, "si hubiese clientela que demandase espacios sin humo ya existirían".

A su juicio, la prohibición total de consumo del tabaco afectaría especialmente a los locales pequeños, de menos de cien metros cuadrados, en los que hasta ahora el propietario podía decidir si se permitía o no el consumo de tabaco y que representan el 95 por ciento los en torno a diez mil establecimientos existentes en Asturias.

Para el portavoz del sector hostelero, "no tiene ningún sentido" que en los bares se permita la venta del tabaco mientras se prohíbe su consumo y ha recordado que esta actividad no es "el negocio" de bares, cafeterías y restaurantes, "que obtienen quince céntimos de cada cajetilla de cuyo precio el 60 por ciento se destina a impuestos".

Asimismo, ha recordado que en la práctica totalidad de los países europeos el consumo de tabaco en establecimientos hosteleros está permitido, con determinadas excepciones reguladas por cada país, mientras que en países como Irlanda, donde se ha aplicado la prohibición total de consumir tabaco, se han visto abocados al cierre el 24 por ciento de los locales. EFE