Oviedo,

Elena FERNÁNDEZ-PELLO

La Fundación Vinjoy, institución de referencia en intervención socioeducativa, no se libra de las restricciones económicas y ha echado el freno a varias actividades ya en marcha. «No pensamos reducirlas pero vamos a crecer más despacio», confirma su gerente, Adolfo Rivas, e indica que la contención en el gasto afectará al programa de promoción de la lengua de signos y al que mantienen con dos institutos ovetenses -los de La Corredoria y Ventanielles- para reinsertar a menores con problemas graves de conducta. El primero llegará a menos centros educativos y el segundo quedará restringido a los centros en los que ya se está desarrollando.

En cualquier caso Rivas, que ayer recibió en la sede de la Fundación, en Oviedo, al director de la Agencia Asturiana para la Discapacidad, Javier Antuña, reconoce que en gasto social en Asturias «está resistiendo» y mantiene el compromiso con los colectivos desfavorecidos. «Hemos invertido mucho en discapacidad y en trastornos de conducta, cuestiones que en estos momentos parecen menos importante, pero si dejamos que se desmonten los recursos que tenemos, lo pagaremos», advirtió.

La de ayer fue la primera visita de Javier Antuña a la Fundación Vinjoy desde su llegada a la Agencia de Discapacidad. Antuña llegó con la intención de «recoger la experiencia que tiene esta institución y establecer nuevos cauces de colaboración en discapacidad auditiva, intelectual y trastornos de conducta». Rivas destacó los avances de la Fundación en Bienestar Social. En colaboración con esa Consejería, una de las tres que están representadas en el patronato de la institución -las otras son Salud y Educación- mantienen una unidad de atención temprana para trastornos del comportamiento. En el proyecto que en ese mismo ámbito, el de los problemas de conducta, están desarrollando en dos institutos de Secundaria ovetenses, participan este curso 40 personas, niños y familiares.