Cuidar la piel no es una tarea exclusiva de las mujeres; los hombres comienzan poco a poco a preocuparse por su apariencia y salud. Una dosis de coquetería y otra de responsabilidad los lleva a dedicar, al menos, unos minutos al día a su aspecto físico. De esta forma, mantener la piel sana se ha convertido en una rutina fácil de seguir para ellos.

La piel masculina es diferente de la de las mujeres. En general, contiene más colágeno (que le proporciona elasticidad y firmeza), por cuestiones hormonales es hasta un 25 por ciento más gruesa que la femenina, tiene mayor potencial de agua, las glándulas sebáceas son más activas y el envejecimiento suele retrasarse algo más; pero cuando aparece lo hace de una forma brusca, señala la dermatóloga Belén Casas Tineo.

Dos diferencias notables entre la piel de ambos sexos son la mayor prevalencia de alopecia en los hombres y la distribución del vello. En la cara, éste provoca el afeitado frecuente, que agrede la piel en función de varios factores: según el tipo de pelo de la barba, el estrato córneo de la piel y calidad de la dermis, del producto cosmético elegido, la técnica del afeitado, el agua y la temperatura de la misma. Y es que una tarea tan cotidiana como afeitarse «fragiliza, irrita e inflama la epidermis, existiendo así un riesgo de infección, que es inofensiva si la barrera cutánea está íntegra, pero que provoca infecciones si dicha barrera está lesionada», apunta la especialista asturiana.

Por tanto, para prevenir posibles problemas, por pequeños que sean, la doctora Casas Tineo aconseja a los caballeros preparar la piel antes de afeitarse y tratarla después correctamente. «Cada individuo ha de conocer las características propias de su piel y aplicar la técnica más idónea. Las espumas tienen que estar formuladas para minimizar las agresiones del afeitado mecánico y con una acción calmante y antiséptica. Por su parte, los bálsamos para después del afeitado han de contener propiedades calmantes, desensibilizantes y antirradicales libres», apuntala dermatóloga.

En la actualidad existe una amplia variedad de productos para cuidar el rostro masculino. Es aconsejable elegir productos ligeros y no grasos, fáciles de utilizar y efectivos.

n Acné: Las causas son extrínsecas (problemas digestivos y estrés) e intrínsecas (genéticas, hormonales y estados emocionales).

Los comedones (puntos negros) y las pápulas no se han de manipular nunca.

Los cosméticos tienen que ser no comedogénicos, y los protectores solares, libres de grasa.

n Xerosis: Las causas por las que una piel presenta excesiva sequedad pueden ser genéticas, por alteración en el proceso de maduración de las células de la piel o el abuso de jabones con bases lavantes agresivas.

Produce picor, descamación y sensación de tirantez en la piel.

Hay que evitar la exposición al calor seco, aumentar la humedad ambiental, evitar jabones desengrasantes y la fricción con toallas.

Se deben usar preparados para restaurar la película hidrolipídica y frenar la pérdida de agua.