Tokio, Efe

Kazuyo Sejima y Ryue Nishizawa han sido galardonados con el premio «Pritzker», la más alta distinción en el mundo de la arquitectura. Desde el estudio Sanaa, fundado por ambos hace 15 años, han creado una obra dominada por la ligereza, la transparencia y la sencillez. Son esos elementos los que han determinado la elección del jurado, que además ha destacado su exploración del espacio, las luces y los nuevos materiales utilizados por los arquitectos japoneses. De todo ello dan fe edificios como el «Christian Dior», en el barrio de Omotesando, en Tokio, o el «Glass Pavilion» del Museo de Arte Contemporáneo de Toledo, en EE UU.

Ella, Sejima, nacida en 1956, y él, Nishizawa, diez años menor, son, según el jurado, la «unión de dos mentes» intrínsecamente japonesas, defensores de una «arquitectura abierta» que explora todas las posibilidades del espacio, se integra en su entorno inmediato y se adapta a cualquier presupuesto. Ésta es la tercera vez que el «Pritzker» recae en dos arquitectos y Sejima es la segunda mujer en obtener este prestigioso premio de arquitectura, después de la iraquí Zaha Hadid. Nishizawa ha recibido «este maravilloso premio con gran humildad», declaró, y aseguró sentirse «muy honrado y al mismo tiempo sorprendido. Lo considero como un estímulo para nuestros esfuerzos».

El jurado del «Pritzker», que otorga la Fundación Hyatt de Chicago, menciona expresamente la «solución única» proyectada por Sanaa para la ampliación no realizada del Instituto Valenciano de Arte Moderno, con un edificio traslúcido que dejaba pasar la luz, el viento y la lluvia.

Japón tiene otros cuatro laureados: Kenzo Tange, Fumihiko Maki y Tadao Ando.