Gijón, Á. C.

-¿Cuál es el papel que hubiera deseado interpretar y que todavía se le resiste?

-Muchos. Cada vez que veo un montaje de un Hamlet digo: «Ay dios, y que yo no esté ahí?». Hay algunos, como Romeo, que por edad ya no podré hacer nunca.

-¿Cuál no interpretaría?

-Ninguno. Todos tienen su vuelta. Además, a veces la necesidad «alimentaria» te obliga.

-¿Cómo es Toni Cantó cuando está fuera de los escenarios?

-Depende. Ahora mismo estoy con una niña en brazos y buscando a mi otro hijo en el parque. Soy muy tranquilo, mi parte de excitación laboral hace que luego en mi vida real no busque ningún tipo de emociones fuertes. Me gusta estar con mi chica, con mis niños, disfrutando de cosas tan sencillas como la naturaleza, la lectura y la escritura.

-También tiene escarceos en el mundo de la política.

-Pertenezco a un partido que se ha creado en mi pueblo, llamado Vecinos de Torrelodones. Municipalmente la ideología no importa, lo interesante es tener a gente con sentido común y con ganas de hacer bien las cosas. En el gobierno de Torrelodones no es así, tenemos a gente que hace las cosas mal a sabiendas. Por poquito no les sacamos del poder, somos la principal oposición, pero en las próximas elecciones lo vamos a lograr.

-¿Cuáles son sus próximos proyectos?

-Estoy escribiendo mi segunda novela y además doy clases de teatro en una fundación en Madrid, que se llama Tomillo. También, a través de la empresa Di-Towanda, doy clases de técnicas teatrales a empresas para conseguir mejores resultados. Todo esto hace que tenga la vida muy ocupada.