Madrid / Oviedo,

M. S. M. / Agencias

El ministro de Justicia, Francisco Caamaño, anunció ayer que la nueva ley de Libertad Religiosa abordará «con carácter general» la utilización de prendas que externalizan el sentimiento religioso y que restringirá el uso del velo integral -burka o niqab- en los espacios públicos. «Nosotros creemos que hay elementos como el burka que son difícilmente compatibles con la dignidad del ser humano y sobre todo con elementos fundamentales en espacios públicos, como es la identificación», señaló para justificar esta limitación.

Caamaño subrayó que la ley «tendrá que adoptar medidas sobre aquellos símbolos que impiden la identificación en espacios públicos y, por tanto, con la seguridad», pero matizó que la dignidad del ser humano es «algo más importante».

Añadió que hay que tener en cuenta que tanto el burka como prendas similares pueden ser «vejatorias» para la dignidad del ser humano y, en concreto, para la mujer. En cualquier caso, defendió que la regulación hay que realizarla con carácter general y conscientes de que «no va a solventar todos los casos». A su juicio, «no parece que sea el gran problema de la libertad religiosa» y pidió que no se cree un problema «donde no lo hay». También recomendó al Partido Popular que por asuntos como éstos «es necesaria la nueva ley de Libertad Religiosa».

Mohamed Smaili, que preside en Asturias la asociación «Azahara», alianza hispano-marroquí, cree que se está dando «demasiada importancia «a un asunto que no la tiene» y opina que «hay otros temas de mayor interés de los que ocuparse».

Smaili subraya que la ley está para cumplirla, pero siempre que no atente contra su creencia. «La libertad de cada uno si choca con la ley debe restringirse al ámbito privado», añadió.

La comunidad islámica de España cree que con la nueva ley de Libertad Religiosa -que restringirá el uso del burka en espacios públicos- el Gobierno va a legislar sobre un tema que, a su juicio, «no existe», pues afecta a «tres o cuatro casos», y afirma que el burka no atenta contra la dignidad de la mujer, ya que es una decisión «personal».

En Cataluña los ayuntamientos están divididos. Mientras el Ayuntamiento de Gerona tumbó la moción presentada por el PP sobre la prohibición de los velos integrales tanto en la vía pública como en los edificios municipales, Barcelona y Tarragona aprobaron recientemente prohibir el uso del velo integral -burka o niqab- en los edificios y equipamientos municipales.