Dentro de la atractiva programación que este año ofrece el Festival de Música Antigua de Gijón, el martes día 20 se presentó una propuesta diferente y muy sugerente. Se trataba de un recorrido musical a través del período de la expansión portuguesa (también recordada como la época de los «Descubrimientos Portugueses»), y que les llevarían al norte de África, la India o Brasil, entre otros territorios. Por supuesto, este viaje también se puede recrear a nivel musical, tal y como se reflejó en el programa titulado Diaspora PT, y que acogió el C.M.I. de Pumarín Gijón-Sur.

La agrupación lisboeta Sete Lágrimas está detrás de la confección y ejecución de este proyecto. Se trata de una formación que fue fundada en el año 2000 y que cuenta con el apoyo del Ministerio de Cultura y la Dirección General de las Artes de Portugal, especializándose en la interpretación de música antigua y contemporánea, dos ámbitos aparentemente muy distantes pero que comparten el afán de experimentación y las amplias posibilidades de la improvisación. Precisamente, este programa constituyó su tercera grabación discográfica (2008), alcanzando el TOP 10 de ventas de la FNAC dicho año. Sete Lágrimas es un sexteto formado por las voces de Filipe Faria y Sérgio Peixoto (quienes asumen, a su vez, la dirección artística del conjunto), el buen hacer de Tiago Matias y Pedro Castro a un amplio elenco de instrumentos de cuerda pulsada y de viento respectivamente, junto al contrabajo de Mário Franco y las percusiones de Rui Silva, dúo que aporta un influjo más dinámico y contemporáneo al resultado final.

El completo programa de la noche apostó por la diversidad a varios niveles: desde la geográfica, con incursiones en el continente africano (Cabo Verde), asiático (India, Timor), americano (México, Brasil) y, por supuesto, europeo (Portugal, Francia o España, con una cuidada revisión del villancico renacentista «Con amores la mi madre» del guipuzcoano Juan de Anchieta), hasta la cronológica (abarcando desde el siglo XV hasta el XX), pasando por diversos géneros como el villancico, la morna africana, el fado o el chorinho brasileño (destacando en este último caso la pieza instrumental «Flor amorosa», con un soberbio trabajo melódico de Castro al oboe barroco). Las voces de Faria y Peixoto son muy flexibles, muy dulces cuando entonan polifonía e incluso más teatrales y rítmicas en el caso de la mexicana «Xicochi conentzitle» (escrita por el compositor y organista Gaspar Fernandes). «Hoy son flores e rosas» (sobre un texto de Lope de Vega), «Rosinha dos limões» (un fado del siglo XX, obra de Artur Ribeiro) o el villancico portugués «Na fomte está Lianor» (que volvieron a interpretar como bis y que se cierra con una veloz intervención en la flauta de pico por parte de Castro) fueron algunos de los mejores momentos del concierto, algo largo en su concepción pero que sintetiza un concienzudo trabajo y un original acercamiento al mundo de la música antigua en lengua portuguesa.

Hoy a las 20.30 horas se podrá disfrutar, en el teatro Jovellanos de Gijón, del espectáculo interdisciplinar Dança da morte, que integra el trabajo actoral, el teatro de títeres y la interpretación musical en directo con reproducciones de instrumentos de época medieval y renacentista. Esta propuesta, recientemente aclamado en el V Festival Olmedo Clásico (teatro), resulta de la colaboración entre la compañía Nao d'Amores (España) y el Teatro da Cornucópia (Portugal), uniendo su esfuerzo bajo la dirección de Ana Zamora.