Gijón, C. JIMÉNEZ

Cuando la holografía -una técnica avanzada de fotografía, que consiste en crear imágenes tridimensionales- deja de ser ciencia para convertirse en arte nacen las esculturas de luz. Ésa es la propuesta que ofrece la entidad Cajastur en su pabellón de la Feria Internacional de Muestras de Asturias, que se abre mañana al público. La exposición, que lleva por título, precisamente, «Esculturas de luz», recoge sorprendentes imágenes que permiten al visitante penetrar físicamente sobre una fotografía inmaterial y transparente. La muestra, impulsada en colaboración con el Museo de Holografía de París y la Fundación ITMA de Avilés, ofrece las últimas innovaciones en holografía.

La primera imagen que se encuentran los visitantes al recinto es la del puente de la bahía de Tampa, en Florida, que parece acercarse a uno a medida que avanza hacia la fotografía. Se trata de una de las holografías más grandes del mundo traída desde el museo parisino para la exposición de Cajastur.

«Nuestro objetivo es que la gente disfrute con una propuesta interesante para el público, que sea muy visual y de fácil comprensión», explicó César Menéndez Claverol, director de Relaciones Institucionales y Asuntos Sociales de la entidad financiera, durante la presentación de la muestra.

Lo que se encontrarán quienes visiten estos días el recinto ferial «Luis Adaro» es una exposición espectacular, con imágenes tridimensionales que permiten a los visitantes penetrar físicamente el haz de luz aunque su mano solo tocará vacío. No en vano, la técnica de la holografía ha estado siempre rodeada de un cierto misterio. Se trata de un procedimiento de fotografía en relieve que utiliza interferencias producidas por dos haces de luz láser. Se aplica en publicidad, arte y especialmente como medida de control en tarjetas de crédito, control de accesos para grandes espectáculos o en archivos, y, más recientemente, en el área de museografía, como está haciendo la Fundación ITMA.

La recopilación de «Esculturas de luz» que podrá verse estos días en la Feria incluye una réplica de espacios tan singulares como las cuevas de Tito Bustillo o San Román de Candamo. En ambos casos el visitante tiene la impresión de encontrarse en el interior de las dos cavidades. Pura ficción, fruto la aplicación de equipos y elementos ópticos específicos para dar esa sensación tridimensional. Esta técnica da una vuelta de tuerca a las visitas virtuales a monumentos tan sensibles a la masificación turística. Para el responsable de actividades feriales en la Cámara de Comercio de Gijón, Álvaro Muñiz, esta exposición responde a la sensibilidad de la entidad bancaria con las últimas innovaciones que se registran en el Principado.

El día de la Caja, que todos los años se celebra con motivo de la Feria, tendrá lugar en esta edición el sábado 14 de agosto. Los responsables de la entidad ya han repartido unas 300.000 invitaciones.