«¿No es significativo que con frecuencia se reproche, o se elogie, a los escritores españoles por no ser bastante modernos? La modernidad no es un estado sino una aspiración. Un amor inmoderado por lo que está pasando, no tanto por lo que es como por lo que va a ser. La modernidad es una pasión crítica: se sabe tránsito y se sabe instante único, absoluto momentáneo y momento absoluto. Pues bien, gran parte de la literatura española del siglo XX se opone a la modernidad, sea ésta amor a la actualidad o pasión crítica».

Estas categóricas expresiones de Octavio Paz, escritas en 1967 cuando era embajador de México en Nueva Delhi, forman parte de su formidable respuesta a un ensayo escrito por Juan Marichal el mismo año en Cambridge (Massachussets), ambos publicados en la revista española «Papeles de Son Armadans».

La relectura de la obra del ilustre historiador y ensayista canario, desaparecido hace pocos días, nos ha llevado, de la mano del también poeta y ensayista canario Andrés Sánchez Robayna -gran amigo de ambos- a un librito publicado en México (Finisterre, 1971) que, con el título «Las cosas en su sitio (sobre la literatura española del siglo XX)» recoge íntegramente el apasionante debate.

El tema nació de la «pequeña apología» que Juan Marichal se vio en el caso de escribir como réplica a un hispanista de la época (cuya identidad no revela), que pretendía demostrar la falta de modernidad de la literatura española del siglo XX, o, dicho en otras palabras, su desfase, cuando no inferioridad respecto a los grandes europeos coetáneos.

Ese debate es muy valioso para los creyentes de la literatura porque, con sinceridad no exenta de virulencia, define algunas cuestiones estéticas para superar la falsa dicotomía «clasicismo/modernidad». La cultura occidental es pródiga en querellas entre antiguos y modernos, no siempre resueltas en valores de racionalidad. En el caso del recordado escritor canario y el mexicano que años después sería premio Nobel de Literatura, tampoco se dirimen conceptos cerrados ni excluyentes porque el suyo es un diálogo de la inteligencia, con gamas de matices que desmienten todo dogmatismo.

La aportación de Paz triplica la de Marichal en extensión y contiene nociones y propuestas no sólo vigentes hoy mismo en su mayor parte sino casi erigidas en lugares comunes de la crítica literaria en lengua castellana.

En recuerdo y homenaje de Marichal extractamos aquí esta polémica de la modernidad, menos ventilada que otras pero posiblemente más aguda que ninguna.

«Valle-Inclan es quizá más de nuestro tiempo que muchos escritores franceses, ingleses o escandinavos»

«Todos sabemos que en el pensamiento cristiano del siglo XX Unamuno es uno de sus auténticos gigantes»

«La obra de Baroja es muy importante en la novela total del siglo XX: el cambio de ritmo narrativo que representa tuvo sin duda la importancia que le da Hemingway»

«Toda persona sensible a la poesía sabe que el hecho fundamental, la piedra primera -y el cielo más alto de la lírica en lengua castellana del siglo XX-, es la de Juan Ramón Jiménez»

«Basta citar los nombres de Juan R. Jiménez, Antonio Machado, Guillén, Salinas, Alberti, Aleixandre, Prados y Cernuda para hacer resaltar de inmediato que estamos ante la más alta lírica del planeta en este siglo»

«Sin duda alguna, Unamuno y Ortega están intelectualmente muy por encima de Camus»

«Situar en un nivel inferior las greguerías de Ramón Gómez de la Serna denota influencias españolas recientes»

«Se preguntan si puede esperarse que una novela naturalista como "Pascual Duarte", de Cela, sea admirada fuera de España en una época que tiene a Henry James, Proust y Joyce como cumbres de la novelística contemporánea. Esto es partir a priori de un concepto de Europa»

«La modernidad de Valle-Inclán es la consecuencia de su barroquismo. Es un escritor infernal y fue uno de los primeros en descubrir la banalidad del infierno»

«Si se compara la poesía de Mallarmé con la de Unamuno, el primero es un poeta del siglo XX; el segundo es el gran poeta que no tuvo España en el XIX»

«Aunque la novela del siglo XX no ha sido tan rica como la poesía hay varios novelistas que pertenecen a esa tradición universal moderna que nos preocupa, Baroja entre ellos»

«La pasión crítica de los españoles no es radical, no es un examen de conciencia del lenguaje. La única excepción es Juan Ramón Jiménez y el poema "Espacio"»

«La poesía de Machado se muestra insensible al lenguaje moderno -que es el de la ciudad y no el de la canción tradicional- y a la imagen. Unamuno y Machado fueron poetas nacionales, rasgo que les define aún más como poetas del XIX»

«Ortega y Gasset ha sido una de las víctimas de los caínes españoles e hispanoamericanos. No contentos con plagiarlo, varias veces han querido enterrarlo. Resucita más vivo después de cada entierro. Pocos ensayistas modernos se le pueden comparar»

«Gómez de la Serna es, para mí, el Escritor o, mejor, la Escritura. Es inmenso como Lope y, como él, popular, cotidiano, prodigioso, inagotable»

«La visión de Cela se apoya en un lenguaje y no a la inversa. Su obra pertenece al expresionismo, un expresionismo que nunca practicaron los expresionistas alemanes, excepto los pintores. Cela no está fascinado por la herida sino por su forma. Esa forma es terrible, porque de la civilización occidental es una nueva atroz, una palabra sangrante»