Oviedo, E. G.

Matemáticas y Lengua. Ahí está el secreto. Asturias y La Rioja, las dos comunidades mejor paradas en la última evaluación de diagnóstico llevada a cabo por el Ministerio de Educación son las autonomías, junto con Madrid, en las que el número de horas lectivas de estas dos materias es mayor. En ambos casos se superan con creces las doscientas horas lectivas por ciclo y materia, desde Primaria a Bachillerato. Las horas asturianas de Lengua Castellana doblan -y en según qué centros triplican- las impartidas en el País Vasco y en Cataluña.

El dato de ese liderazgo en horas lectivas lo planteaba días atrás el ex consejero de Educación, José Luis Iglesias Riopedre, al que se lo trasladó -dijo- el consejero riojano de enseñanza. «En Asturias y La Rioja tenemos el máximo de horas en las dos asignaturas. Ocurre lo mismo con la Comunidad de Madrid, pero allí los resultados académicos no son tan buenos, hay que buscar otras explicaciones».

Para Riopedre la estadística explica los buenos resultados y viene a explicar, al menos en parte, por qué en aquellas comunidades con segunda lengua oficial las «notas» de la evaluación de diagnóstico del pasado curso escolar han sido pobres a pesar de que en algunos casos la inversión por alumno está por encima de la media. Es el caso de Cataluña, del País Vasco, Baleares y la Comunidad Valenciana, y, en menor medida, de Galicia.

La historia en Asturias se remonta a marzo de 2002, con la firma de un acuerdo con los sindicatos por el que a partir de ese curso se generaron horas adicionales en las llamadas materias instrumentales, como Lengua Castellana y Matemáticas. El presidente de ANPE, Gumersindo Rodríguez, recuerda que «no sólo fue con esas dos asignaturas, sino con Física, Ciencias y Geografía e Historia. Aquellos acuerdos, sobre todo en centros educativos grandes, generaron plazas docentes». Eran años de expansión, nada comparado con los actuales.

El artículo 6.3 de la Ley Orgánica de Educación (LOE) establece que «las comunidades con segunda lengua oficial dispondrán para ella del 10% del horario escolar», detrayendo esas horas del resto de las asignaturas, «hasta un máximo de la tercera parte del horario» de cada una de ellas. En Primaria las horas lectivas en Lengua Castellana en lo que respecta al segundo ciclo llegan a las 280, sumando los dos cursos, y en Bachillerato, según el real decreto que estructura las enseñanzas mínimas, Lengua y Matemáticas se llevan 210 horas cada disciplina.

A partir de ahí cada comunidad autónoma desarrolla la legislación y la adapta a sus circunstancias. Un alumno de la ESO en Asturias tiene cuatro horas de Lengua a la semana, mientras que ese mismo alumno en Cataluña tiene una o dos a la semana, y en muchos casos todas las demás asignaturas son impartidas en catalán.

La LOE generó reales decretos para cada una de las fases de la educación, desde Infantil, donde se especifica el número de horas mínimas para cada asignatura (no siempre se cumple, es evidente).

En Secundaria un alumno tiene que superar los tres primeros cursos con no menos de 350 horas lectivas de Lengua, 315 de Lengua Extranjera, 280 de Matemáticas, 230 de Ciencias de la Naturaleza y 210 de Geografía e Historia. Eso sin lengua cooficial. Son las cinco materias troncales en las que se superan las doscientas horas en ese período de tres años que se considera decisivo en la formación de los adolescentes. Eso, y los buenos profesores, de los que Asturias anda sobrada. Tanto que hasta «exporta».