Oviedo, Eduardo GARCÍA

«Confieso que me he emocionado hoy más que cuando recibí el Goya». La diseñadora Sonia Grande recibió ayer con la mejor de su cautivadora sonrisa el premio que la acredita como «Asturiana del Mes» de LA NUEVA ESPAÑA. Le fue concedido ya en el mes de diciembre del pasado año, coincidiendo con el estreno de la película «No es tan fácil», pero su apretada agenda laboral dilató en el tiempo una ceremonia en la que estuvo acompañada de su madre, Chus Pérez de Castro, y de su hermana Macarena.

Precisamente por esa agenda de trabajo, grande en cantidad y en calidad, se hizo Sonia Grande acreedora de la distinción. No es para menos: en los últimos meses ha diseñado el vestuario de «Vicky, Cristina, Barcelona» y «Medianoche en París», con Woody Allen, «También la lluvia», de Iciar Bollaín, y de «No es tan fácil», dirigida por Nancy Meyers y protagonizada por Meryl Streep y Alec Baldwin, una comedia que le abre las puertas de Hollywood. En su currículo, intenso para alguien nacido en Oviedo en 1964, títulos míticos del cine español como «Los otros», «Hable con ella», «La lengua de las mariposas» o «Mar adentro», entre otras.

Trabajó con los mejores (Amenábar, Trueba, Cuerda, Almodóvar...) y los mejores la llaman para «partiendo de la nada, completar un sueño», un trabajo en equipo que, en su caso, va mucho más allá del atuendo de los actores, «una labor junto al director artístico y el de fotografía, un intento de jugar con el espectador y de conducirle hasta donde el director quiere».

El premio «Asturiana del mes» fue recibido por Sonia Grande de manos de la directora de LA NUEVA ESPAÑA, Ángeles Rivero, y del consejero de Editorial Prensa Asturiana, Melchor Fernández Díaz. «Es un galardón que se va para una asturiana con un currículo impresionante, que se ha labrado un nombre fantástico» en su tarea artística, señaló Ángeles Rivero.

Sonia Grande, que vive en Madrid y trabaja en medio mundo, valora sus orígenes: «Asturias está ligada a mi infancia, a lo mejor que tengo en la vida, a mis espacios de niña. Que precisamente desde Asturias entendais y valoréis mi trabajo me parece algo muy bonito», dijo con la caricatura enmarcada, obra de Pablo García, que es uno de los atributos tradicionales a los premiados. «Es tu padre, clavado», le comentó entre risas la madre de Sonia Grande.

La diseñadora viene de trabajar en la última película de Woody Allen, «Medianoche en París», y de hacerlo codo con codo con Carla Bruni, primera dama de Francia. «Es alguien muy cercano, trabajé muy a gusto con ella. Hasta me dio el móvil personal». Sonia contó la anécdota de que cuando el presidente francés, Nicolas Sarkozy, se presentó lo hizo con un «buenos días, yo soy el marido de Carla».

El almuerzo posterior a la entrega del premio sirvió para que Sonia Grande desmontara esa idea de que los actores son una banda de caprichosos inestables. «Por lo general los grandes actores suelen ser personas muy racionales y creativas. Sin problemas con ellos. En el rodaje de "No es tan fáci" hubo una polémica con un atuendo que debía llevar Meryl Streep en una determinada escena. Ella quería ir muy arreglada, y la directora la veía más en pantalones vaqueros. No era una cuestión de estética, sino de fondo. Meryl Streep justificó sus gustos y al final se salió con la suya».

Sonia Grande diseña el vestuario del nuevo espectáculo del Ballet Nacional de España basado en las Pinturas Negras, de Goya.