Oviedo

«Redonda, estupenda y sugestiva: así considero la última novela de Ricardo Menéndez Salmón, llamado a ser, si no lo es ya, el novelista actual de referencia entre los nacidos en Asturias, el que siempre se va a citar cuando se hable de la narrativa que aquí se escribe». Así saludaba el crítico Francisco García Pérez «La luz es más antigua que el amor», la más reciente novela de Ricardo Menéndez Salmón, en el suplemento «Cultura» de LA NUEVA ESPAÑA, en el que el propio autor colabora quincenalmente con una reseña de literatura extranjera. El autor gijonés es para García Pérez «un escritor que escribe, indaga y no se conforma». «Quienes aún, en estos tiempos, tengan gusto por la literatura lean a Salmón», concluye Francisco García Pérez.

El escritor Enrique Vila Matas, uno de los autores fundamentales en el actual panorama literario español -a juicio del propio Menéndez Salmón, que lo considera «un escritor al que no se puede renunciar... que ha hollado caminos nunca transitados por la literatura española»- calificaba días atrás de «impecable y admirablemente arriesgada» la novela del autor asturiano en su columna semanal en el diario «El País». Vila Matas, partidario de «desterrar todo engreimiento» del mundo literario, alaba que Ricardo Menéndez Salmón incluya en «La luz es más antigua que el amor» «los famosos versos de Elliot: "La única sabiduría que podemos esperar adquirir/ es la sabiduría de la humildad: / la humildad es interminable"». «Nadie que escribe debe ignorar que donde hay soberbia, hay ignorancia», afirma Vila Matas. Un aprendizaje que, en el caso de Menéndez Salmón, tiene mucho de filosofía vital.