Oviedo, E. F.-P.

En octubre de 1986, Luis García Berlanga se dejó ver pedaleando sobre una bicicleta por el centro de Oviedo. Fue sólo una pequeña vuelta por la calle Ventura Rodríguez. Su pasión por el ciclismo era tal que, confesaba, estaba dispuesto a interrumpir cualquier reunión con tal de no perderse ninguna etapa de la Vuelta a España o del Tour de Francia.