A las imágenes medievales de la ermita del Rañadoiro, en Tineo, les han hecho un "ecce homo". Es decir: una "restauración" no profesional como la que sufrió una pintura mural de un "Ecce Homo" en Borja (Zaragoza) en 2012. Una vecina de la localidad tinetense, María Luisa Menéndez, decidió pintar las tres tallas que, fechadas en torno al siglo XV, se conservan en la capilla de la pequeña localidad. Una intervención para la que, según parece, contaba con el permiso del párroco, Arturo García, y que, según explicó ayer la mujer, acometió porque las veneradas imágenes estaban "horrorosas" y una de ellas carecía de policromía. Pero la intervención ha encontrado un inmediato rechazo por parte de Luis Suárez Saro, el restaurador que, quince años atrás, intervino sobre las imágenes: "lo que han hecho es un desastre, una aberración".

Las tres imágenes de El Rañadoiro que sufrieron la intervención son un conjunto de Santa Ana con la Virgen y el niño, un San Pedro y una Virgen coronada con el niño. En atención a su modelo iconográfico, el doctor en Historia del Arte Pedro Paniagua, que realizó el estudio de las imágenes para la restauración, sitúa las tres imágenes entre los siglos XV y XVI, siendo la maternidad y la de San Pedro algo anteriores.

"No es una restauración, yo no soy profesional. Sólo las pinté porque estaban horrorosas", sostiene María Luisa Menéndez, quien añade que eligió los colores "como a mí me gustó" y sin atender a otras cuestiones. La mujer insta a preguntar a los otros vecinos de El Rañadoiro (un núcleo con 16 residentes y también conocido como "El Rañadorio" por sus vecinos) su impresión sobre el resultado de la intervención.

Un de ellos, Fabián Fernández, respalda el trabajo de su vecina, aunque reconoce que quizás algunos de los tonos elegidos sea "un poco chillón". "Esto es algo del pueblo, tampoco entiendo a qué viene el interés", añade la autora de la intervención. En cuanto al párroco, Arturo García, que los vecinos aseguran que dio el permiso para pintar las imágenes, rehusó ayer pronunciarse sobre el asunto.

Curiosamente, esta no es la primera vez que las imágenes de El Rañadoiro sufren una intervención de este tipo. "Cuando acometimos la restauración ya había pasado algo parecido, las habían pintado con un esmalte industrial tipo titanlux. Pero al retirar esa capa de pintura encontramos debajo la policromía original de las imágenes de San Pedro y de la maternidad, y se pudo recuperar. Ahora no sé si será posible, hay que hacer una analítica y ver si respetó la policromía", sostiene el restaurador Luis Suárez Saro.