El nuevo director general de la Fundación Ópera de Oviedo quiere presentar a la Unión Europea un proyecto para crear una especie de "bandera azul", similar a la que ondea en las playas, para señalar los centros culturales. Una enseña que ondearía en todas aquellas entidades que se quieran adscribir a "un proyecto común" destinado a consolidar los centros culturales como "una especie de embajada cultural, referentes que sirvan para difundir la cultura de una Unión que ahora mismo está en crisis, que ha abandonado la atención de las personas y la cultura".

La propuesta de Varela incide en su pretensión de convertir la temporada de Ópera de Oviedo y al propio teatro Campoamor en un referente, de dimensión internacional, para todo el noroeste español. Además, Varela considera fundamental mejorar la atención al socio, "que tiene que sentirse importante". Para ello, avanzó la posibilidad de desarrollar algún tipo de aplicación para móvil para que el abonado pueda acceder a gestiones como puede ser adquirir una entrada o revisar la información de las funciones. En lo referente al programa artístico, Varela apuesta por reforzar la presencia de las producciones contemporáneas dentro de la temporada de Ópera, alternándolas con las obras de repertorio. Pero se marcó tres líneas rojas: "Respeto al cantante, al que a veces se hace cantar en posiciones inverosímiles, respeto a la partitura y respeto al libreto. Lo que no puede ser, para mí, es que el director de escena se erija en el protagonista y que empecemos a hablar del 'Macbeth de Tcherniakov, en vez del 'Macbeth' de Verdi".