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Una cifra asumible de afectados, mucha psicosis y dudas sobre una estrategia agresiva

Los expertos valoran la conveniencia de un modelo de contención contundente y más prematuro que el de Italia, pese a la baja letalidad del virus

Llegada al HUCA de una paciente con sospecha de coronavirus. MIKI LÓPEZ

Diecisiete casos confirmados y mucha, muchísima psicosis. La epidemia por el nuevo coronavirus había cosechado en Asturias poco más de una decena de afectados, una cifra relativamente baja en comparación con la registrada en el conjunto de España. Sin embargo, la preocupación es patente en todos los estratos de la sociedad y de las instituciones. Y entre los expertos se ensancha la duda sobre la estrategia más idónea de cara al futuro inmediato: adoptar medidas "agresivas" para contener la expansión del virus, con el consiguiente coste económico y social, o contemporizar un poco más a la espera de ver el resultado de las medidas ordinarias implantadas hasta el momento.

De los diez primeros casos registrados -hasta que en la noche de ayer se confirmaron de una tacada seis más en la Fundación Masaveu-, ocho son varones y dos mujeres. Uno sigue estando grave: el escritor Luis Sepúlveda, ingresado en la unidad de cuidados intensivos (UCI) del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Otro empeoró durante la tarde de ayer, y fue trasladado por una ambulancia al HUCA. Este último es un guardia civil de la Comandancia de Oviedo cuyo diagnóstico positivo fue conocido en la mañana de ayer. Se trata del segundo agente de este colectivo contagiado por el patógeno, pues un compañero suyo ya había sido diagnosticado el viernes. A juicio de la Consejería de Salud del Principado, ambos -de 51 y 56 años- contrajeron la infección durante unos días de trabajo en Valdemoro (Madrid). Los restantes diagnosticados en Asturias siguen un tratamiento en sus domicilios o están ingresados en el HUCA, a la espera de recibir el alta de forma paulatina.

También ayer, la empresa papelera Ence, emplazada en Navia, decidió que 17 de sus trabajadores no acudirán a trabajar en los próximos 14 días -periodo de incubación del virus- al descubrirse que estuvieron en contacto con un madrileño que posteriormente dio positivo en el test de coronavirus en su comunidad autónoma.

Este contacto se produjo en un funeral celebrado el pasado 26 de febrero. Según unas fuentes, el oficio religioso se celebró en Navia; según otras, en Villayón. La persona que después fue diagnosticada del nuevo virus chino era una persona cercana al fallecido, según fuentes conocedoras del suceso. Durante estas dos próximas semanas, los operarios de la papelera permanecerán aislados en sus domicilios, como medida preventiva. Todo ello a la espera de que un segundo análisis confirme o rectifique el diagnóstico.

En Gijón, a primera hora de ayer cundió la alarma en el centro de salud de El Llano, aunque fue desactivada poco después. Las precauciones para evitar contagios de coronavirus llevaron ayer a apartar temporalmente a un grupo de pacientes de la consulta de enfermería, ante el temor de que dos de los enfermos que estaban siendo atendidos pudieran ser casos sospechosos. Según fuentes de la Consejería de Salud, se procedió a trasladar a otras áreas de consulta al resto de los usuarios en tanto se evaluaban los dos casos susceptibles de sospecha. Finalmente se descartó que fueran compatibles con síntomas de coronavirus y la actividad en el centro de salud se reanudó con total normalidad.

En Avilés, en el centro de salud de El Quirinal fueron apartados de sus puestos de trabajo tres médicos, una enfermera y un trabajador no sanitario que habían estado en contacto con un paciente que dio positivo: se trata del profesor de la Fundación Masaveu diagnosticado el domingo.

Estrategias

Ante este panorama de cifras crecientes, los expertos asturianos se debaten acerca de la conveniencia de adoptar medidas enérgicas, del tipo de las que Italia ha implantado en los últimos días. El razonamiento es casi unánime: "Vamos detrás de Italia". Detrás de Italia, y siguiendo su estela, en la evolución de la cifra de casos. Y habrá que decidir si también vamos "detrás" del país transalpino en las decisiones drásticas, pero adoptándolas con más celeridad y sin esperar a que la situación se complique más.

"No es tanto la tasa de muertos, que no es muy alta y se centra en gente mayor, como la posibilidad de que se sature el sistema sanitario por la alta tasa de casos que deben ser ingresados", señaló ayer a este periódico un especialista. "La mortalidad del coronavirus es poco más alta que la de la gripe común", indicó. Sin embargo, emerge "la duda de siempre: si eres más agresivo o menos". "Mi opinión es que cuanto más agresivo, mejor. China casi ha conseguido limitar el problema a Wuhan. De entrada es duro, pero a largo plazo puede compensar", aseveró.

Un médico de atención primaria muy experimentado coincide con la anterior versión: "La letalidad no es alta". Sin embargo, agrega, "el problema estribe en la alta cifra de afectados que necesita ingreso hospitalario e ingreso en una UCI".

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