El premio Nobel de Medicina ha distinguido a los científicos estadounidenses David Julius y Ardem Patapoutian por descubrir los receptores de la temperatura y el tacto, revelando cómo los estímulos se trasladan al sistema nervioso, lo que ha permitido desarrollar tratamientos contra el dolor agudo y crónico. Julius fue galardonado en 2010 con el “Príncipe de Asturias” de Investigación Científica y Técnica junto a Linda Watkins y Baruch Minke.

El investigador identificó un sensor en las terminaciones nerviosas de la piel que responde al calor, mientras que Patapoutian descubrió una nueva clase de sensores que reaccionan a estímulos mecánicos en la piel y en órganos internos, revelando “eslabones perdidos cruciales” en la comprensión de la relación entre los sentidos y el medio ambiente, señaló la Asamblea Nobel del Instituto Karolinska de Estocolmo.

El fallo resalta que los hallazgos “pioneros” de los dos científicos han ayudado a comprender “cómo el calor, el frío y los estímulos mecánicos pueden poner en marcha los impulsos nerviosos que nos permiten percibir y adaptarnos al mundo que nos rodea”.

“Este descubrimiento revela uno de los secretos de la naturaleza”, indicó en rueda de prensa el secretario del Comité Nobel, Thomas Perlmann, quien agregó que se trata de un mecanismo “crucial para nuestra supervivencia”. Es un descubrimiento “muy importante y profundo”. Los receptores identificados por los premiados “serán una diana para el desarrollo de fármacos en el futuro”.