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Festival Internacional de Cine de Xixón | 59.ª edición

Icíar Bollaín: “Es bonito ver cómo una película puede enseñar valores”

La directora de “Te doy mis ojos” recoge en Gijón su Premio Mujer de Cine del FICX, donde presenta “Maixabel”: “La acogida está siendo impresionante”

Icíar Bollaín, ayer, en el Muro de San Lorenzo, en Gijón. | Ángel González

Icíar Bollaín, flamante premio “Mujer de Cine 2021” en el Festival Internacional de Cine de Gijón (FICX), recogió ayer su galardón en el teatro Jovellanos con la sensación de sumarse “a una familia de premiadas” en el festival gijonés a la que admira y sigue de cerca. La conocida cineasta presenta en la ciudad su última película, “Maixabel”. Se proyectó en el mismo odeón por la noche y cuenta la historia de Maixabel Lasa, viuda del político vasco Juan María Jáuregui, asesinado por ETA, y de su encuentro con Ibon Etxezarreta, integrante arrepentido del grupo armado.

Para ello, fichó a los reputados actores Blanca Portillo y Luis Tosar, que aprovecharon para el rodaje la coincidencia de que jamás habían trabajado juntos ni se conocían para hacer que el encuentro de sus personajes fuese, también en la vida real, una primera vez. La recepción del filme, señaló ayer Bollaín, está siendo “sorprendente”: “Hemos superado el medio millón de espectadores, es impresionante”.

Bollaín cuenta que para ella este galardón del FICX es un premio muy bonito, aunque le pilló por sorpresa que el festival razonase su reconocimiento definiendo su cine como “feminista y militante”. Para ella la historia es más simple y menos consciente. “Yo hago las películas que creo que van a interesar y que creo que van a conmover, y a veces simplemente resulta que lo consigo. Pero nunca pongo etiquetas a lo que hago”, señala. Sí es consciente, no obstante, que su icónica “Te doy mis ojos” es material educativo en el nivel de Secundaria en España. De hecho, que sus filmes se conviertan en “deberes” va más allá del territorio nacional. “La de ‘También la lluvia’ está también en los exámenes de lo que viene siendo la EBAU, pero en Reino Unido. Estuve una vez en Londres en un debate por este tema. Vi a los estudiantes estudiando mi película y, pobrecitos, me dio hasta cosa”, bromea, aunque tilda de “bonito” que su filmografía pueda ayudar a “enseñar en valores”: “No es mi objetivo, pero ver cómo el cine puede fomentar el debate me parece bien, aunque yo no lo haga inicialmente para eso”.

En cuanto a “Maixabel”, recuerda cómo se gestó eso de que sus dos protagonistas decidiesen no conocerse para que el encuentro de sus personajes fuese más real. “Blanca me lo propuso y a todos nos pareció bien. No era tan difícil porque las historias de cada uno se cuentan en paralelo, aunque sí hubo momentos que ambos coincidían en un decorado y con producción teníamos que avisarnos para que entrasen y saliesen por sitios diferentes”, recuerda. “Al final ocurrió que la escena del reencuentro se cargó de emoción y solemnidad y de expectativa. Realmente era un reencuentro en todos los sentidos. Fue una escena con muchísimo peso y creo que esa idea de Blanca fue de gran ayuda”, relata.

Bollaín aplaude la decisión del FICX de priorizar de nuevo este año las proyecciones presenciales, dejando de nuevo en un segundo plano las citas telemáticas que colonizaron la programación cultural durante la pandemia: “Me parece lo correcto. Las salas han perdido fuerza, y es normal porque ahora consumimos más cine en casa, pero deberíamos recuperar la costumbre de volver al cine, para que no desaparezca. Ojalá no nos demos cuenta demasiado tarde”.

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