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Las ranas de Chernóbil cambian el verde de su piel por el negro para protegerse de la radiación, revela un estudio asturiano

Científicos de la Universidad de Oviedo comprueban que los anfibios que viven en la zona de exclusión de la central nuclear de Ucrania han mutado para combatir la contaminación

Germán Orizaola, la izquierda, recogiendo ranas en la central nuclear. | | LNE

Las ranas que habitan en la central de Chernóbil ya no son verdes, sino negras. Desde que tuvo lugar el accidente nuclear, hace más de tres décadas, estos anfibios han ido cambiando el color de su piel para protegerse de las radiaciones. Así lo revela un estudio de la Universidad de Oviedo, que recoge las primeras respuestas adaptativas de vertebrados frente a la radiactividad. Los investigadores, que examinaron a 189 machos reproductores de la rana de San Antonio oriental entre 2017 y 2019 en 12 localidades distribuidas a lo largo de un amplio gradiente de contaminación radiactiva, no encontraron ninguna relación entre la coloración de las ranas y la dosis de radiación absorbida por esos individuos.

Una rana de color negro. | LNE

Una rana de color negro. | LNE

Según explica Germán Orizaola, profesor del departamento de Biología de Organismos y Sistemas y uno de los autores de la investigación, los resultados apuntan a que la coloración oscura de las ranas "podría ser consecuencia de un proceso de selección natural generado por la exposición inicial a niveles muy altos de radiación". Dicho con otras palabras, los anfibios de la central nuclear ucraniana han evolucionado y mutado para adaptarse a las nuevas circunstancias ambientales. De hecho, dice el trabajo, las ranas más negras, es decir con mayores niveles de melanina, "habrían sufrido un menor impacto de la radiación liberada por el accidente". Y eso explicaría su abundancia actual en la zona de exclusión. "La melanina –explica Orizaola– es un compuesto que protege de diferentes tipos de radiación, incluyendo la radiación ultravioleta (la del sol) y la ionizante (la de Chernóbil). Lo que hace la melanina es absorber y disipar parte de la energía de las ondas radiactivas y reducir el número de radicales libres que generan, dos fenómenos por los que se reduce mucho el daño a las moléculas orgánicas de un individuo, y en particular a su ADN".

Una rana de la misma especie pero con piel verde. | LNE

Orizaola y su equipo analizaron desde localidades con niveles de radiación más de cien veces superiores a lo habitual, hasta ubicaciones fuera de la zona de exclusión. Y lo que comprobaron es que las ranas más próximas a la zona cero de la catástrofe eran más oscuras que el resto, encontrándose incluso individuos completamente negros. Los anfibios más oscuros se encontraron en las áreas que experimentaron los niveles más altos de radiación en 1986, o cerca de ellas. Prácticamente todas las ranas capturadas fuera de la zona de exclusión mostraron el color verde brillante característico de la especie. Según el investigador de la Universidad de Oviedo, el estudio, publicado en la revista "Evolutionary Applications", "abre nuevas líneas de investigación para examinar el papel que la melanina puede jugar en la protección frente a radiaciones, con potenciales aplicaciones que van desde la gestión de residuos nucleares a la exploración espacial".

El impacto de la guerra

Pese al accidente, Chernóbil es hoy un paraíso natural. Hay osos, lobos, caballo de Przewalski... "Queremos investigar fundamentalmente los procesos de renaturalización de la zona, que se ha convertido en una de las mayores reservas naturales de Europa, además de seguir explorando las posibles respuestas adapatativas de las especies frente a la radiación que sigue estando allí, en niveles muchos más bajos que en el momento del accidente, dos órdenes de magnitud menores y muy localizada", detalla Orizaola. Sin embargo, Ucrania está en guerra y las investigaciones en estos momentos paradas. "Ahora mismo nos es imposible retomar el trabajo de campo allí, ni tan siquiera a nuestros colaboradores, tanto por cuestiones de seguridad (presencia de minas), como prácticas (rotura de puentes y otras infraestructuras). La guerra ha bloqueado todo nuestro trabajo allí", lamenta.

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