Rodrigo Cuevas, a Évole: "En Oviedo me hicieron mucho bullying; en el pueblo, nunca"

Ante un rotundo desayuno casero, todo con productos de Piloña, comenzó la entrevista de Rodrigo Cuevas y Jordi Évole en la esperada nueva entrega de "Lo de Évole", emitido anoche por La Sexta. Estructurado como un día compartido entre ambos, el programa se centró en la vida de Cuevas en una aldea de Piloña. Con el desayuno llegaron las confesiones de Cuevas, que narró a Évole las dificultades que pasó de niño, cuando sufrió acoso escolar. "En Oviedo me hicieron bullying en todos los sitios donde estuve estudiando; en el pueblo, nunca", señaló Cuevas, refiriéndose a Rodiezmo (León), donde vivía su abuela y de donde guarda los mejores recuerdos de su infancia.

"La gente que vivió en el campo siempre no es ignorante. Todo el mundo sabe. Todo tiene su refrán, todo tiene una copla", comenta Cuevas, que vive en paz en el pueblo, muy integrado con los vecinos porque "si no nos ayudamos entre nosotros, nadie nos va a venir a salvar", comenta. Su vinculación con la tierra es uno de sus signos de identidad. "Somos los que hacemos que esto esté vivo. Somos los buenos", sentencia. "Los del pueblo van a flipar", bromea el periodista, que no puede evitar preguntar si en el pueblo se ha "corrido la voz" de la presencia del programa.

En contraposición a la vida en el pueblo, el artista veía la capital del Principado como "una ciudad muy conservadora en la que no hay hueco para más que un tipo de persona y siempre estás en el margen". De hecho, confesó que cuando él era joven pensó que "los gays no habían llegado a Asturias".  

Durante la entrevista, Cuevas reflexionó sobre la importancia de mantener el mundo rural, y reivindicó el folclore desde su vertiente artística y patrimonial. "El folclore te posiciona en la historia", declaró. Cuevas, que se autodefine como una diva, tiene claro que "necesitamos divas del folclore". El periodista se interesa por las letras del género, "que son muy eróticas". A lo que el asturiano le responde cantando: "Bien sé que estás en la cama, bien sé que durmiendo no, bien sé que tienes la mano donde el pensamiento yo". Rodrigo Cuevas, que llegó a hacer un desnudo integral en una de sus actuaciones, lo tiene claro: "El corazón habla, no sé por qué lo llamas erótico".

Al final del programa, Évole acompañó a Cuevas a un bar, en el que el presentador descubrió lo vivo que está el mundo rural: "Creía que esta España no existía ya", confesó.