Barbie va por la segunda vuelta en Asturias

La película de Gerwig se convierte en la favorita de madres e hijas y de muchas espectadoras que repiten

La fiebre Barbie llega a Asturias

Rodrigo Hernández

María Villar

La película que parecía ser otra cinta blockbuster más del verano se ha convertido en un fenómeno. Va para tres semanas desde su estreno y "Barbie" sigue ocupando el puesto número 1 en la taquilla. En España su recaudación ya supera los tres millones de euros. Y son muchos los "fans" que van por la segunda vuelta. Es decir, que una parte de los espectadores que ocupan ahora las butacas asturianas se han pasado dos veces por las salas de cine para sacarle todo el jugo a la película. Otros muchos reconocen que han caído presas de tanto como se habla de la película en las redes sociales.

Es lo que le ha pasado a Conchita Cenizo, de 28 años, que hace unos días se pasaba por el cine de Los Prados. "No estoy muy metida en el mundo de ‘Barbie’, pero de verlo tanto en internet me entraron ganas de ir a disfrutar de la película", reconoce.

Y lo de las redes y el boca a boca no es de ahora. Llevan siendo un factor clave en el éxito de la cinta desde el inicio. Meses antes de que se estrenara "Barbie", el primer tráiler ya generó una gran expectación y un efecto contagio. Niñas como Laura González, de 12 años, fueron a ver la película porque "muchas de mis compañeras de clase y mis amigas me dijeron que tenía buena pinta". Algo parecido les pasó a las hermanas Valentina y Leire Ripole, de 17 y 12 años, que decidieron que tenían que ir a verla juntas porque "todo el mundo habla de ella".

"Vi mucho furor en las redes sociales sobre la película y por eso me animé a verla y convencí a mi madre de que viniera conmigo", comenta por su parte Deva Álvarez, de 22 años.

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Ana del Río y su hija Paula Martín, en la antesala del cine de Los Prados, en Oviedo. / M. V.

Su caso no es, ni mucho menos, único ya que como Álvarez, muchas espectadoras, incluso las mayores de edad, están acudiendo al cine acompañadas de sus progenitoras. Carlota González, de 19 años, también tenía la mejor compañera: Yolanda Vega, de 53 años, su madre. En su caso, hasta pensaron en ir vestidas con el "outfit" de Barbie, pero al final prefirieron ir con ropa normal porque tenían planes para más tarde y en su armario no había nada rosa de lo que tirar para la ocasión.

Algunas espectadoras de segunda vuelta son Ana García, de 35 años, y Paula Martín, de 21 años. "Esta es la segunda vez que la veo, fui a verla al cine el primer domingo después del estreno y fue increíble, salí llorando de la risa y de la emoción", cuenta Paula Martín. Para esta segunda ocasión, Martín animó a su madre, Ana del Río, a que fuera con ella. Por su parte Ana García, después de haberla visto una vez, aceptó acompañar a su hermana mayor Fátima, de 44 años, y no tuvo reparos en pasarse de nuevo por la sala para ver a Margot Robbie y Ryan Gosling.

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Los niños Clara y Martín Ramos. / M. V.

Por supuesto, también hay algunas espectadoras que han disfrutado de la cinta con sus parejas. Saima Carrera, de 16 años, fue a la proyección acompañada por su novio Daniel Ramos, de 17 años. Daniela Páez y Daniel Spataru, ambos de 18 años, también se dejaron seducir por Barbie en pareja, y lo hacían "por recomendación de un amigo que ya ha venido a verla".

Como en el resto del mundo, en Asturias también se da el fenómeno "Barbenheimer", que es como se conoce a la coincidencia en la parrilla de dos películas tan taquilleras como son "Oppenheimer", de Christopher Nolan, y "Barbie", de Greta Gerwig. Fernando Rouco, de 27 años, es de los que ya ha ido a ver ambas con su novia, Camille Giraud. "Fui a ver ‘Barbie’ porque me gusta mucho la directora y los actores principales", dice.

Lo incuestionable es que la película "rosa" del momento se ha convertido en una experiencia antes, durante y después de los pases cinematográficos. Belén Valdés, una de las encargadas de Yelmo Cines Los Prados de Oviedo, señala que "desde la pandemia hacía tiempo que no teníamos un estreno como este". Según Valdés, el día en que se pasó por primera vez la película acudieron al cine unas 3.000 personas, la mayoría con el mismo destino.

Tan inusual como la cifra de asistentes es el hecho de que algunos espectadores en estas semanas no han dejado de ir al cine vestidos de etiqueta, o como le dijeron dos de ellos a Valdés, "vestidos de Ken". Muchas más son las que apostaron por el "outfit" rosa, caracterizándose como la Barbie Malibú y algún otro de los modelos de la muñeca rubia más famosa del planeta. Valdés incluso llegó a ver alguna que otra "drag queen" por Los Prados, perfectamente vestida para la ocasión. Y, lo más surrealista de todo, hay quien se lleva las maletas al cine para poder cambiarse de ropa in situ y hacerse fotos en el stand con forma de caja que el equipo de marketing de la película había diseñado para la campaña promocional.

Según Valdés, los primeros días "había tanta gente que quería hacerse la foto dentro de la caja que la cola de los que esperaban para ponerse en el stand era más larga que la de los que entraban para ir a ver la película". De tantas que usaron el fotogénico puesto, acabó rompiéndose.

Jesús Ildefonso, empleado del cine de Los Prados, es de los asturianos que no tenían especial predilección por "Barbie", pero confiesa haberse quedado sorprendido por la acogida. De hecho, ya se ha visto media hora de metraje y asegura que "tiene una historia con un mensaje interesante". Igual ahí está su éxito.

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