Samu Fuentes vuelve a la montaña para vivir con "Los últimos pastores"

El cineasta noreñense presenta hoy, en el Puertas Film Fest de Cabrales, un adelanto de su última película

Manolo Mier, sentado, y Fernando Mier. | Álvaro Fuente

Manolo Mier, sentado, y Fernando Mier. | Álvaro Fuente / Tino Pertierra

Tino Pertierra

Tino Pertierra

El guionista y director Samu Fuentes vuelve a las montañas. Tras la excelente acogida a "Bajo la piel de lobo" el cineasta noreñense acompaña en su día a día a los hermanos Fernando y Manolo Mier en "Los últimos pastores", un proyecto de larga ejecución que ofrecerá un pequeño adelanto hoy, en el Puertas Film Fest de Cabrales con la proyección del tráiler y el "así se hizo". Nos adelantamos.

Samu Fuentes, con Alejo Sabugo y Maialen Sarasua. |  Álvaro Fuente

Fuentes, con Adrián F. Antúnez y los hemanos Mier, y al fondo, Aníbal Menchaca. | Álvaro Fuente / Tino Pertierra

Todo empezó mientras estaba preparando "Bajo la piel de lobo": "Recurrí a Fernando y Manolo para ayudar y asesorar a Mario Casas en la preparación de su personaje de Martinón. El padre de los hermanos Mier había sido alimañero, e incluso ellos habían tenido relación como alimañeros con Félix Rodríguez De la Fuente. Enseñaron a Mario a seguir rastros de animales, a poner cepos, a ordeñar cabras, a cortar leña, a tallar madera, hacer cargas de troncos…Yo ya conocía a ambos a través de amigos de Cabrales y había estado alguna vez en sus cabañas. Desde siempre me llamó la atención lo buenas personas que son, lo educados y generosos que siempre se mostraban. Y, sobre todo, esa miradas tan limpias y tan poco maleadas. Me llamó poderosamente la atención que personas que viven en tanta soledad y austeridad, fueran tan sociables y felices".

Samu Fuentes vuelve a la montaña para vivir con "Los últimos pastores"

Samu Fuentes, con el cámara Alejo Sabugo y el sonidista Aníbal Menchaca. | Álvaro Fuente / Tino Pertierra

Llegó a ellos "a través de Nano, un amigo de Cabrales, al que conocí trabajando en ‘La torre de Suso’. Desde entonces nos hicimos buenos amigos; y yo comencé a ir mucho a Cabrales. Luego a través de Nano también conocí al guía Rubén Carbajal, para quien Fernando y Manolo son sus maestros de la naturaleza".

Samu Fuentes vuelve a la montaña para vivir con "Los últimos pastores"

Samu Fuentes, con Alejo Sabugo y Maialen Sarasua. | Álvaro Fuente / Tino Pertierra

El rodaje se alargó durante algo más de un año, porque "la estructura original de la película, que al final se mantiene, se sustentaba en el paso de las estaciones, y así poder grabar el descenso y ascenso de los pastores de la majada a las invernales, y viceversa. En realidad, no fueron más de 16 días de rodaje, divididos en 6 subidas entre Vierru y Tordín. El equipo fue lo más reducido posible a fin de no ‘contaminar’ mucho el entorno con una invasión del mismo. En algo que pretendía ser tan introspectivo, a la vez que respetuoso, en la vida y espacios de dos personas era fundamental. La vez que más gente estuvimos fuimos 6 personas de equipo. Y la estancia más larga fue de 5 días seguidos".

Lo más duro "fueron las subidas. Depende de por donde subiéramos, y en que época del año eran más o menos duras, pero siempre duras; ya que íbamos muy cargados de material de rodaje, ropa para varios días, sacos de dormir, comida para esos días… Luego lo demás se hacía llevadero, aunque hubo alguna lesión, picaduras, dormir en un pajar con alguna gotera, frio, lluvia, nieve, niebla…. Incluso en dos ocasiones, por la noche, tuvimos estampidas de los animales en la majada por la presencia del lobo, aunque no llegamos a verlo. La meteorología unida a la naturaleza es otro personaje en la película. Pero estar allí arriba al amanecer o al atardecer, la tranquilidad que aporta el sitio, estar sin cobertura, el fuego del llar en invierno en las cabañas… y sobre todo el pan recién hecho de Fernando. Es una maravilla. Rodamos principalmente en la majada de Tordín y en las invernales de Vierru, donde viven Fernando y Manolo casi todo el año. También grabamos en alguna cueva donde ellos maduraban sus quesos, en el Monte de la tabla, y algo en Arenas de Cabrales·.

Los Mier son dos seres humanos "excepcionales. Buenos, nobles, generosos, con sentido del humor… De hecho, cada vez tengo más claro que la película fue convirtiéndose, poco a poco, en un pequeño y humilde homenaje a ellos. Me han facilitado la labor de dirigir con su generosidad. Dirigirlos a ellos y a Mario Casas en ‘Bajo la piel…’ han sido dos procesos muy distintos a priori, pero al final ambos se basan en el dialogo, el consenso y el respeto. Evidentemente en ‘Los últimos pastores’ todo es más observacional porque la puesta en imágenes requería una cámara invisible completamente para lograr la puesta en situación y el resultado deseado".

¿Qué cara pusieron los Mier al verse en pantalla? "Pues fue una experiencia maravillosa para el equipo, y unos pocos afortunados, disfrutar de un primer pase de la película con ellos, arriba en Tordín, en una cabaña… Fue un momento mágico. Yo estaba un poco ansioso por saber su opinión. Me importaba más que la de ningún otro; pero viendo sus caras durante la proyección, el brillo en sus ojos, como se buscaban cómplices con sus miradas…Fue muy emotivo. Después, tras hablar con ellos y escuchar de su boca que les gustó, y que mostraba tal cual como ellos lo viven me dejó muy satisfecho. Que ellos digan que refleja fielmente su modo de vida es quizás el mejor halago para esta película. Era el gran reto que me planteaba esta película".

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