Quirós filma Asturias siguiendo el rastro del misterioso Marcel, "el belga"

José Antonio Fernández Quirós, director de cine asturiano afincado en Madrid desde hace cuatro décadas, no sale de una para meterse en otra, pero siempre con Asturias como telón de fondo.

Tras la presentación el pasado 26 de noviembre en el Festival Internacional de Cine de Gijón de su última película "El amigo de todos", sobre el nazi Auke Pattist, que fue galardonada con el Gran Premio del Público después de agotar las entradas en apenas seis horas, afronta ahora el rodaje de un nuevo proyecto cinematográfico, en este caso, sobre Marcel Gevers, "el belga", un poliédrico y misterioso personaje que residió en el Monte Corberu junto a la desembocadura del río Sella. Coetáneo y, en parte, antípoda de Pattist, "el belga" se asentó en Ribadesella tras escapar con su esposa judía Jenny Gutwirth de la Bélgica ocupada por los nazis.

Marcel Gevers, "el belga", fue durante décadas, para la mayoría de sus vecinos riosellanos, un periodista conocido por ser poseedor de una extensa biblioteca que, en ocasiones, era visitada por los alumnos del colegio. Sin embargo, el documental y las investigaciones de Quirós profundizan en las diferentes caras del misterioso personaje, que abarcan desde el espionaje hasta el tráfico de diamantes.

Martes 26 de diciembre

El termómetro junto al Ayuntamiento de Ribera de Arriba marca cero grados a las nueve horas de la gélida mañana del martes siguiente al día de Navidad. Allí ha sido definido el punto de encuentro de las personas que integran el equipo de rodaje de la película documental "La placa, una familia bien", que dirige José Antonio Quirós y que dará a conocer la peculiar vida del belga Marcel Gevers.

Nacho Fernández, reconocido actor de teatro costumbrista asturiano residente en Noreña y nacido en Peñerudes interpreta al protagonista y es el primero en llegar al punto de encuentro. Luego aparece el furgón de David Pando, director de fotografía, acompañado por su ayudante, la joven y eficaz Lydia Meana Alonso. Minutos más tarde aparece Lucía Vijande, jefa de producción, junto a Maite Capín, diseñadora de vestuario, y Aitor Pérez Higelmo, encargado de maquillaje y peluquería. Toni de Benito, responsable del sonido, trae en su coche a Aitor Acebal, auxiliar de dirección. Quirós, el director, es el último en arribar, pero llega puntual.

Las inmediaciones de la capilla de la Virgen del Carmen, ubicada junto a la casa consistorial de Soto de Ribera, será el primer escenario matinal para rodar la primera escena del día. Quirós acompaña a Patricia Álvarez, concejala del Ayuntamiento de Ribera, para observar un plano distinto de las capillas del Monsacro desde un despacho de la planta superior del Ayuntamiento.

Aitor Pérez Higelmo, en su primera experiencia cinematográfica, echa laca sobre el cabello de Nacho Fernández en el interior en la capilla después de que Maite Capín lo caracterizase con un traje de pana marrón.

A las 9.45 horas la claqueta de Aitor Acebal, auxiliar de dirección, marca el inicio de la primera escena del rodaje en la que Nacho entra en la pequeña y coqueta capilla del Carmen. Cinco minutos después se repite la escena y otros cinco minutos más tarde se reitera la tercera toma. Las botellas de agua del tiempo que trae Lucia Vijande para refrescar a los miembros del equipo de rodaje están congeladas del frío que reina en el ambiente.

A las 10 se entra a grabar dentro de la capilla y el equipo se protege del intenso frío mientras se graban varias escenas interiores de Nacho Fernández ante el retablo. Una hora más tarde se traslada el rodaje a un largo muro de piedra que circunda una finca desde donde se divisan las chimeneas de la central térmica de Soto de Ribera. Allí Nacho, es decir, "el belga", se cruza en el camino con un ganadero local interpretado por Juan Manuel Blanco Mallada, profesor de instituto que da clases de inglés y que compartió en su juventud aula con Quirós en el colegio de los dominicos en Oviedo. Mallada fue en los años 90 un destacado rockero asturiano conocido como Johnny Radiator, quien ambientaba con intensos conciertos el Pinón Folixa durante las fiestas de San Mateo. Al mediodía finaliza el rodaje en Soto de Ribera y el equipo se traslada hasta Turón, en Mieres. David Pando, director de fotografía, junto a Quirós, graban unos planos subjetivos del recorrido en coche entre ambas localidades. En Turón reside desde hace varios años Marian Gevers, hija de "el belga", quien, a pesar de estar bastante delicada de salud, mantiene muy bien amueblados en su cabeza los recuerdos de su intensa vida.

Al domicilio de Marian Gevers en Turón solamente acceden para entrevistarla Quirós, David Pando y Toni de Benito, responsable de sonido, quienes graban los directos testimonios de la hija de "el belga", que descubre las otras caras del poliédrico personaje.

Finalmente, se graban unos planos de la casa donde reside Marian Gevers desde una ubicación exterior que facilita Manuel Ángel Álvarez, alcalde de Mieres, presente en el rodaje.

Miércoles, 27 de diciembre

A las 7.15 horas recojo a Quirós en el oscuro aparcamiento del antiguo hospital del Cristo, en Oviedo, y 20 minutos después sube al coche el actor Nacho Fernández, quien nos espera en la gasolinera de Ferrera, cerca de Noreña. A las 8.15 ya estamos en Ribadesella junto a todo el equipo, al que le espera una intensa jornada de rodaje.

A las 8.30 horas se comienza a grabar junto a la ermita de la Virgen de Guía, que preside majestuosa la desembocadura del río Sella en el mar Cantábrico. Los acantilados del monte Corberu y la placa de piedra que da título a la película y que se ubica muy cerca de la casa que habitó durante décadas Marcel Gevers, también son recogidos por la cámara de David Pando ante las indicaciones de Quirós. Hace un frío que pela.

Una hora después descendemos hasta el paseo de La Grúa donde la canguesa Covadonga Cimentada maquilla al riosellano Chichi, que realmente se llama José María González Varas, antes de grabarle caminando junto a la desembocadura del Sella. Chichi trabajó durante más de veinte años para "el belga" en trabajos de mantenimiento y reformas de las propiedades e inmuebles que Marcel Gevers poseía en el monte Corberu.

A las 10 aparece con su verde uniforme Jesús Manuel Quesada, Chus, agente medioambiental, natural de Cangas de Onís, que será el encargado de supervisar, tras el permiso solicitado, la grabación del dron, que hábilmente maneja David Pando, sobre la ermita de Guía y la desembocadura del Sella. Unos turistas colombianos que se encontraban admirando el bello paisaje nos interrogan sobre la película que estamos grabando.

Una hora más tarde cambiamos de escenario y nos trasladamos hasta la terraza de la casa de Chichi, ubicada en el barrio de La Cuesta y desde donde se divisa una excelente perspectiva de la villa marinera. Quirós interroga durante una hora a Chichi sobre Marcel Gevers.

Al mediodía, cogemos de nuevo los bártulos del rodaje para acercarnos hasta el hotel Marina ubicado a la entrada de la villa y dirigido por Sultán, viuda de Alberto Celorio. Allí nos esperan Roberto Pravia y Mari Fe Suárez, matrimonio ovetense de 72 años aficionado al teatro amateur y que colaboran con los grupos "La Ribera" y "Les Ayalgues". Ambos intervendrán en una de las escenas en la que también participa como recepcionista la riosellana Sandra Sánchez del Corro.

La habitación 202 se habilita como sala de maquillaje y vestuario mientras que en la 203 se grabará una de las escenas protagonizada por Nacho Fernández, es decir, por Marcel Gevers.

En la recepción, inundada de personal, David Pando, director de fotografía, le indica a Quirós ante tanto revuelo: "Necesito que dirijas". Se graba un plano y contraplano de Roberto y Mari Fe entrando en el hotel y recogiendo las llaves de la habitación que le entrega Sandra. Nacho accede tras ellos

En un descanso del rodaje, llega Paulo García, el alcalde de Ribadesella, a saludar a José Antonio Quirós en el improvisado plató cinematográfico de la recepción del hotel y, a continuación, se graba una escena en las vetustas y circulares escaleras por las que sube Nacho con su cargada maleta. El actor sube y baja según se van repitiendo las escenas. "No te hará falta ir al gimnasio", le grita un miembro del equipo de rodaje.

También nos viene a saludar Richy, un riosellano que trabajó como meritorio en "El amigo de todos". A las 14.50 horas la acción se centra en la habitación 203 y a las 15.15 paramos para comer.

Nos trasladamos a La Bolera, en El Carmen, regentado por Ana y Guillermo, quienes nos prepararon un menú a base de pote asturiano y fritos de bacalao para las 14 personas que participan en el rodaje.

A las 17.00 horas regresamos al hotel Marina para grabar un plano exterior y una escena en la habitación 203 en la que la riosellana Maite Capín, diseñadora de vestuario, caracteriza a Nacho de un decadente Marcel Gevers. El contenido de la escena era muy complejo, pero se graba a la primera. A las 18.30 horas se recogen los testimonios de Sultán, la propietaria del hotel y, al finalizar, se desmontan todos los equipos para trasladarnos hasta la localidad de Meluerda.

De camino entre Ribadesella y Meluerda, Quirós y David Pando graban un subjetivo nocturno del recorrido en coche hasta llegar a la casa de Toni Silva, donde también nos espera "Chichi" con una bolla de boronu recién hecha para reponer fuerzas.

Cuando Toni de Benito, responsable del sonido, graba a "Chichi" respondiendo las preguntas de Quirós, pasa un nocturno tractor que obliga a interrumpir la grabación.

A las 19.45 horas comienza el rodaje en el domicilio de Toni Silva, profundo conocedor de la sociedad riosellana y quien aporta distintas visiones sobre la poliédrica personalidad de Marcel Gevers, mientras Nacho le mira entusiasmado antes las explicaciones que narra. Un ataque de tos del redactor que cubre la información para LA NUEVA ESPAÑA obliga a detener el rodaje y salir del improvisado plató. A las 21.15 horas finaliza la grabación en Meluerda y nos trasladamos hasta Villaviciosa para rodar unos interiores en La Botica, donde nos recibe Javier Castrillo, jefe de comunicación del grupo hostelero.

En la escena Nacho se duerme sobre la mesa tras tomar una copa de coñac. Quirós y el actor se tronchan de risa durante la grabación. A las 22.43 horas un gran aplauso de todo el equipo, que se hace una foto conjunta, pone fin a la intensa jornada de rodaje.

Regresamos a Oviedo después de dejar a Nacho y Aitor en la gasolinera de Ferrera, cerca de Noreña. Pasamos un momento por la redacción de LA NUEVA ESPAÑA y a las cero horas dejo a Quirós en el parking del antiguo hospital del Cristo, donde recoge su coche para trasladarse a dormir a La Foz de Morcín.

Jueves, 28 de diciembre

A las 9.30 horas ya se encuentra todo el equipo de rodaje junto a la iglesia de San Sebastián de Morcín, ubicada en un bello emplazamiento circundado por La Mostayal, el Aramo y el Monsacro. El historiador y profesor José Martínez Balbuena, Pepe, abre las puertas del templo para ventilarlo ante el frío existente en su interior.

María Prieto, vecina que participará como extra, nos trae como bienvenida una cesta repleta de rosquillas con anís mientras su hijo David González quita un remolque situado al lado de la iglesia. A las 10 comienzan a llegar las extras, entre ellas, Josefa Fernández, de El Pereo, quien a sus 92 años debutará en el cine de la mano de Quirós. La acompañan su hija Rosi y su nieta Lidia.

La sacristía se convierte en una improvisada sala de maquillaje en la que Aitor Pérez Higelmo caracteriza a los actores mientras Maite Capín les define el vestuario en la capilla penitencial. En la escena dentro de la iglesia se mueven Nacho y Paqui Palacios mientras Josefa, Mari, Encarna, Fermina, Berta y Manuela, permanecen sentadas como extras en los bancos durante las tres horas que dura el rodaje. La grabación finaliza a las 13.45 horas y Quirós se hace una foto con todos los participantes.

A las 14.20 llegamos a la Vega Bobies, idílico paraje morciniego ubicado ente el Aramo y la Mostayal tras subir por La Vara. Allí se graba a Nacho caminando y sacando fotos rodeado de las preciosas montañas. Toni de Benito, por su parte, nos sugiere guardar silencio para que pueda grabar en su gigante micrófono "El sonido de la Vega Bobies", es decir, el silencio de la naturaleza interrumpido solamente por las esquilas y cencerros de los animales que allí pastan.

A las 14.50 finalizamos el rodaje y bajamos a comer al restaurante Casa Carmen, en el Alto del Caleyu. Sopa de pescado o lentejas de primero y albóndigas y tortilla de bonito de segundo, conforma el menú que degusta el equipo. A las 16.50 ya estamos en el palacio de Soto de Ribera donde se va a grabar la jornada vespertina. Nos acompañan el pintor Félix de Piñera, quien presta sus zapatos a Nacho para la escena que tiene que rodar cortando madera con un hacha en el jardín de "La Quinta de Pertierra" que nos cede para rodar Willian Swaton, Liam, uno de sus propietarios, de padre irlandés y madre asturiana. Mallada, es decir, Johny Radiator en su juventud, nos hace de anfitrión. A las 19 horas finaliza la grabación, se recoge el material y el equipo va a tomar una cerveza a Casa Lobato, en Soto de Ribera, para festejar el final de la intensa semana de rodaje.

Pero esta película no acaba aquí. En febrero y marzo se volverá a grabar en Villaviciosa y también está previsto rodar en Hendaya (Francia) y en Amberes (Bélgica) antes de comenzar la fase de montaje. Para aquellos que pensaban que los del cine vivían muy bien, les invito a conocer mejor su día a día. Cabe reseñar que "La placa, una familia bien" es una película documental producida por El Nacedon Films con la participación de la RTPA y la colaboración de los ayuntamientos de Mieres, Morcín, Ribadesella, Ribera de Arriba y Villaviciosa.

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