Premio "Princesa de Asturias" de los Deportes 2023

Eliud Kipchoge, triple cita con la historia

A su intento por el tercer oro en París y al objetivo de recuperar el récord del mundo, el keniano añade el reto más ambicioso: "Mi plan de que el mundo corra más va por buen camino"

Eliud Kipchoge.

Eliud Kipchoge. / Muel de Dios

Nacho Azparren

Nacho Azparren

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Eliud Kipchoge, nacido en Nandi (Kenia) el 5 de noviembre de 1984, es un mito del maratón y una leyenda del atletismo mundial que no ha tenido reparos en contar en Asturias cuáles son sus próximos retos. Apodado «el filósofo» por su destreza estratégica en las carreras y su capacidad de concentración, Kipchoge fue el primer atleta en la historia que ha corrido un maratón en menos de dos horas –en realidad solo dos deportistas lo han hecho–. Es una estrella mediática con gran carisma y compromiso social. Embajador de la Laureus World Sports Foundation, en 2021 creó la Fundación Eliud Kichoge, cuyo objetivo es facilitar el acceso a la educación infantil y la protección del medio ambiente.

Eliud Kipchoge tiene varios objetivos en mente y es difícil decidir cuál resulta más ambicioso. Se antoja complicado por una sencilla razón: cualquiera de ellos le concedería un lugar en la historia de la humanidad. Porque si gana la medalla de oro el año que viene en los Juegos Olímpicos de París, marcaría un hito nunca visto: tres medallas doradas. Si logra recuperar su marca en la maratón, también significaría que nadie habrá corrido los 42,195 kilómetros de la icónica prueba en menos tiempo. Pero si lo que consigue es que ciudadanos de todos los países se echen a las calles provistos de unas zapatillas deportivas, su logro será inigualable. "Mi plan de que Asturias y el mundo en general corra más va por el buen camino", dice con una sonrisa el Premio "Princesa de Asturias" de los Deportes cuando más de 300 alumnos asturianos le enseñan los resultados de su proyecto atlético de los últimos meses. Para Kipchoge, todo se reduce a una cuestión de estímulos.

Primer reto: el tercer oro en París. Los cinco aros olímpicos asoman a la vuelta de la esquina. París reunirá el próximo verano a los mejores deportistas, y para Kipchoge, que estará cerca de los 40 años, la celebración tiene forma de reto. De objetivo mayúsculo. Colecciona dos oros en su historial, Río de Janeiro 2016 y Tokio 2020, algo que solo igualan dos otros corredores en al historia: Abebe Bikila (Roma 60 –¡ganó descalzo!– y Tokio 64 –ya con zapatillas–) y Waldemar Cierpinski (Montreal 76 y Moscú 80). Nadie ha ganado tres.

"Sería maravilloso ganar el oro por tercera vez. Voy a hacer todo lo posible por conseguirlo porque se trata de hacer historia. Y de demostrar que el deporte puede servir como inspiración", explicó el atleta sobre la cita parisina. Lo que pasa es que no lo tendrá sencillo por la fuerte oposición existente. Y por un elemento inesperado que enlaza directamente con su meta número dos.

Segundo reto: el más rápido en maratón. "Cuando entrena, ¿en qué piensa? ¿En ganar la siguiente competición o en batir el récord absoluto?", se le pregunta al destacado atleta. Y Kipchoge, como si de la salida de una competición se tratara, responde al vuelo: "Romper el récord". A continuación, matiza: "Lo que intento en general es siempre ir más allá de mis límites, superarlos cada día". Pero el récord, su respuesta más impulsiva, siempre está ahí.

Aquí, cuando se le menciona el récord, es donde llega la dificultad inesperada de la que se hablaba antes. Se llama Kevin Kiptum, tiene quince años menos que Kipchoge y desde hace dos semanas ostenta la marca más baja de la historia en maratón: 2.00:35.

Kipchoge, dominador absoluto de la mítica prueba en los últimos años, se encontró el pasado 8 de octubre con que su compatriota Kiptum había pulverizado su récord en Chicago. Lo hizo además con un estilo diferente, ya no solo por la edad, también por unos métodos de entrenamiento con más kilómetros semanales.

Una amenaza, joven y fresca, con la que el "Princesa" de los Deportes deberá pelear desde ahora. "No he recibido ningún mensaje de Kipchoge", dijo el nuevo "recordman" unos días después de la carrera. El veterano se lo toma con deportividad: "Para mí no fue ninguna sorpresa la marca porque el deporte es precisamente eso, competir. Esa es la belleza del atletismo. La gente está trabajando duro. Me alegra ver que se rompen los récords. Creo que soy un modelo para la nueva generación".

Tercer reto: mejorar el mundo. Pero las metas de Kipchoge van más allá. No se trata de correr como fin, sino como medio. Defendió su tesis ante las preguntas de los periodistas y frente a los curiosos alumnos asturianos: cree que el mundo puede ser un lugar mejor y el deporte es una herramienta para lograrlo. "Claro que pienso en los Juegos Olímpicos, es mi reto, pero por encima de todo en lo que pienso es en hacer un mundo mejor a través de correr", expuso, antes de pedirle a los jóvenes que le ayudaran en su tarea: "Todo empieza por nuestras familias".

En su loable intento, el keniano cuenta con un arma poderosa, la que le proporciona la Eliud Kipchoge Foundation, entidad que dice tener una doble vertiente: educación y medio ambiente. "Nos centramos sobre todo en la sostenibilidad. En cuidar nuestro entorno. Nosotros nos dedicamos a repoblar bosques en Kenia, tenemos un plan de replantación, y solo lo hacemos con árboles autóctonos. Queremos ayudar a mi país y a todo el continente y hacer un mundo más limpio", comentó. "Animo a todas las personas a que reduzcan el consumo de plástico, en las botellas por ejemplo, el de la electricidad, y a hacer un uso responsable del agua. Ojalá todos empleemos energías más limpias", completó.

Esa labor humana, más allá del deporte, es la que ha traído a Oviedo esta semana a Kipchoge, que ayer, además, conoció que será nombrado la próxima semana embajador de buena voluntad de la Unesco para la integridad y los valores deportivos. Otro pasito en su casi inabarcable carrera por mejorar el mundo.

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