La detención y posterior imputación de Benzema por varios supuestos delitos es una nueva prueba de que quienes dicen haberlo visto todo están equivocados. Nunca se ha visto todo, y en el fútbol menos. Un millonario como el delantero del Real Madrid está relacionado con un delito de mucho dinero, ciento cincuenta mil euros, pero cantidad pequeña para las que maneja él cada año. A los futbolistas de alto nivel de estos tiempos les toca la primitiva cada año, aunque no el euromillones de anoche, el de los cien millones de bote, que a saber dónde habrá ido, si es que ha ido a alguna parte. Benzema, como el resto de colegas de la élite europea, es una especie de multinacional. De ahí que asombre el barullo judicial en el que se ha visto envuelto y que tiene conmocionada a Francia más que a España. Los líos de tráficos del francés al lado de éste son cuestiones mínimas.

En territorios más cercanos, en los rojiblancos, nadie se puede asombrar de la tregua firmada entre Abelardo y el camerunés Dani Ndi quien, por lo que cuentan viajeros llegados a la ciudad procedentes de Mareo, va a cumplir las condiciones que en su día le impuso el gran timonel. Se ve que el futbolista ha comprobado que la cola de clubes a la puerta de su casa es inexistente y que más vale Sporting en mano que grandes expresos europeos volando. La crisis, meses después, está a punto de cerrarse. No es malo que se cierre ni para el jugador ni para el club.

El equipo, la chavalería abelardiana, viaja este mediodía a Madrid para verse con el Atlético de Simeone. De acuerdo con el dictamen semanal de Maxi Rodríguez, que no andará feliz con la situación de su vecino Carlos Castro, la parada será en Villalpando, en la bella llanura zamorana, tierra de "feos", deliciosos dulces, y de quesos zamoranos, cada día más cotizados.

El rival del Sporting, el Atlético de Simeone, parece no vivir sus mejores días. Por lo visto, su último partido ha mostrado una indiscutible crisis de juego. Ahora, por lo que cuentan los más finos analistas del lugar, echan de menos nada menos que a Griezmann, a quien no hace tanto acercaban a Messi y a Cristiano. El joven francés se ha parado en su progresión. Aunque en una de éstas recupera el olfato perdido mañana ante el Sporting.

Tras las pruebas semanales, todo indica que el gran timonel va a repetir alineación. Tiene previsto reservar a Nacho Cases para que su rodilla se recupere de forma definitiva con sus ausencias y el parón que viene, y volverá a situar a Pablo Pérez en la banda derecha, a la que opta un renacido Hugo Fraile, que realizó unos excelentes minutos ante el Málaga en el partido anterior con dos pases de gol.

La llamada a Bernardo para la selección de Colombia, conocida a última hora de la tarde de ayer, es una buena noticia para el excelente central rojiblanco y para el equipo, y no tan buena para las finanzas rojiblancas que ven cómo la cotización del futbolista a renovar va al alza. Éste, sin duda, es un matiz importante, pero la llamada colombiana demuestra las bondades del trabajo que se realiza en el Sporting, donde se revalorizan los futbolistas. Detrás de Bernardo viene Jorge Meré, un asiduo en la sub-21 de Albert Celades. Centrales de oro en un Sporting de oro.