La maldición amarilla saltó ayer por los aires. Sporting y Las Palmas jugaron un partido a cara de perro, que puede marcar a fuego el futuro inmediato de ambos equipos. El Sporting recupera la conexión, respira sereno y se aleja de la zona de vértigo. Los guajes recordaron al equipo de la temporada pasada, con algunas mejoras sustanciales. Todo el equipo dio su mejor versión en un partido grande. No se podía fallar y el Sporting ganó con argumentos y con un caudal ofensivo desconocido hasta ahora. Las Palmas se queda en el pozo, muy tocado y a cinco puntos de un rival directo. El Sporting, con el lunar enorme del choque ante el Levante, gana los partidos que hay que ganar.

Fue el esperado gran día de Jony en Primera División. Éste sí es el futbolista determinante que necesita el Sporting. Rápido, con capacidad de desborde, tomando buenas decisiones y asistiendo a sus compañeros. El extremo de Cangas de Narcea brilló a un nivel sobresaliente, por eso se entienden menos aún sus desconexiones. Ayer no las hubo, fue el hombre del partido. Ayudó a su gloria, la eficacia de Sanabria. El paraguayo, un delantero de cuerpo entero, ha recuperado el apetito. Sanabria suma cinco goles en dos partidos, quizá dos de los pocos que ha podido disputar en plenitud de condiciones. La conexión Jony-Sanabria se llevará los titulares, pero hubo mucho más.

Lució todo el bloque, en particular la defensa, con un Jorge Meré al que será muy complicado volver a sentar en el banquillo. Abelardo presume de ser un entrenador justo. Las próximas alineaciones servirán para calibrar su arrojo en decisiones complicadas de tomar. A veces, quizá se da demasiada importancia a la armonía del vestuario. El Sporting jugó ayer con la mejor defensa de que dispone.

Las Palmas no vendió barata su piel de cordero. Aún es pronto para calibrar el efecto que tendrá la mano sabia de Quique Setién en un equipo que le encaja como un guante. El conjunto canario tuvo la pelota, aunque fue el Sporting quien creó verdadero peligro. La mejor versión del conjunto amarillo floreció entre el gol de El Zhar y la expulsión de Aythami por dos entradas desmesuradas y precipitadas. En esos minutos (media hora larga), el Sporting quedó a merced de la posesión vacua de Las Palmas.

La versión oficial señala que Lora fue baja por gripe. Sea como fuere, Abelardo alineó por fin la defensa que venía demandando un sector creciente del sportinguismo. El capitán necesita un descanso, después de dos años de máximo esfuerzo, sin un recambio de garantías. La polivalencia de Luis Hernández y el emergente Jorge Meré abren opciones. El resto del equipo fue el esperado. El de gala a la espera de Sergio.

El Sporting logró ayer una victoria de capital importancia. No sería grave caer a puestos de descenso a estas alturas de la competición, pero sí ceder ventaja a un rival directo. El equipo necesitaba un triunfo de gran calibre, como éste, trascendental en lo clasificatorio, sólido en la forma de conseguirlo y vigorizante.