Sus equipos parten de la base de buscar la victoria con la posesión de balón como argumento. Rubi se quedó sin ser el dueño del balón en su primer partido como entrenador del Sporting. El Betis llevó la voz cantante en este apartado, aunque no tanto como la sensación que, por momentos, se percibió durante el partido. Los verdiblancos asumieron un 53,5 de la posesión.

El nuevo técnico del Sporting sí mostró una búsqueda de elevar el juego interior del equipo que quedó reflejada en números con un total de 326 pases desplegados a lo largo del encuentro, 370 en el caso del Betis, que tuvo una mayor presencia tras el descanso. La mejor noticia es que los gijoneses volvieron a dejar la puerta a cero, un mérito atribuible, en buena parte a la actuación de Cuéllar. Y es que la estadística refleja que el cuadro andaluz disparó hasta 16 veces al marco rojiblanco, si bien sólo cuatro de ellas fueron entre los tres palos. En un partido errático por momentos, las cifras favorecen al Sporting en cuanto a balones perdidos.