Con el final de la temporada, tras quedar fuera de la final del play-off de ascenso, los jugadores del Sporting que finalizan su relación contractual con el club comienzan a despedirse de los aficionados. Y, alguno de ellos, lo hace de una manera muy peculiar.

El delantero uruguayo Michael Santos, pichichi rojiblanco en esta campaña, utilizó para su despedida la cuenta de Instagram de su perro Peter, un gran bulldog que le acompañó en su aventura en Gijón. En el texto que acompaña la foto, el perro se despide en primera persona del club y la ciudad.

"Me sentí muy querido, conocí mucha gente, conocí El Molinón, conocí lugares increíbles", explica el can en una foto en la que aparece junto al delantero, "mi papá fue muy feliz y yo también, sería una pena marchar".

"Ahora me toca acompañarlo como siempre para donde vaya, espero volver en algún momento", concluye la misiva en la que asegura que está "con muchas ganas de quedarme aquí".

Whalley, al Aarhus danés

También se despidió esta mañana del club rojiblanco el portero maño Óscar Whalley. El cancerbero lamentó, en una carta subida a su perfil de Twitter, no haber podido despedirse "con ese ascenso que tanto merece esta afición". Whalley asegura que "está claro que me hubiera gustado tener mayor protagonismo, pero esto es fútbol. Solo puedo tener palabras de agradecimiento" y enfatizando que "la afición es el gran activo de de este Real Sporting".

El futuro del ya exportero rojiblanco está en el Aarhus danés.