"Va a ser especial". Álex Bergantiños tendrá este domingo una doble motivación. El centrocampista gallego jugará su primer partido en Riazor desde su regreso al Dépor y lo hará ante el equipo en el que estuvo cedido la pasada temporada, el Sporting. "Es un equipo en construcción, con bastantes cambios. Está adaptándose bien y ha logrado dos victorias en casa que le va a dar mucha moral. Van a estar arriba, seguro", subraya el capitán del cuadro coruñés.

A Bergantiños se le hace "un poco extraño" competir el domingo en Riazor con "zonas desiertas" en las gradas debido a los trabajos todavía pendientes en las cubiertas y sin seguidores visitantes, en este caso del Sporting. En cualquier caso, advierte que una hipotética llegada de La Mareona no cambiaría el escenario. "Ganaríamos por goleada en cuanto al ímpetu" de la gente, matiza. "La afición se enganchará si le damos buen rendimiento. Si el equipo va bien, va a empujar", manifiesta.

El balance de cinco puntos en las tres primeras jornadas a domicilio le deja un "sabor agridulce". "En dos partidos estuvimos cerca de sumar los tres puntos. Es cierto que no hemos perdido, que es muy importante fuera. Se ve la igualdad de la categoría. Estamos adaptándonos bien y compitiendo bien los partidos, con opciones de ganar siempre. Eso se multiplicará si en Riazor somos fuertes. Como punto de partida estamos satisfechos. No perder nos genera confianza", destacó el de la Sagrada Familia. El Dépor recupera a Krohn-Dehli para recibir al Sporting, después de que el danés cumpliera sanción, y pierda a los lesionados Quique, Carles Gil y a Christian Santos, llamado por su selección.