"Soy socio del Sporting desde pequeño", apunta Diego Lafuente, futbolero e interesado desde el primer momento en conocer más profundamente la figura José Alberto. "Se le ve buen tío y currante", señala Fernando Sierra, minutos antes de que el entrenador rojiblanco salga de su vestuario, en Mareo, y se abrace con ambos. "Sois unos fenómenos", dice José Alberto a sus compañeros. En segundos se ponen al día. Calendario, rivales directos, objetivos... "Cuando la gente te ve arriba, al año siguiente ya quiere un poco más. Y pelear por subir o por un título no es tan fácil como la gente piensa", comentan, cómplices. Son jóvenes, pero llevan muchos años en lo suyo.

La conversación entre José Alberto López, Diego Lafuente y Fernando Sierra gira pronto hacia la diferencia de presupuestos que existe entre el deporte rey y el resto. "Tiene mucho mérito lo que estáis consiguiendo", dice José Alberto, consciente de ese desequilibrio. Los tres clubes pelean por lo más alto en sus categorías, pero ninguno es el que más recursos económicos dispone para conseguirlo. "Toca competir con presupuestos más altos y eso obliga a trabajar más, acertar en las incorporaciones y estar atentos a la cantera", comparten. Diego Lafuente destaca entonces lo bien que desarrolla esta faceta el Solimar. "Es que os salen jugadoras de casa muy buenas y eso, aunque trabajes bien, no siempre está garantizado", enfatiza ante la sonrisa de satisfacción de Fernando Sierra. "Ahí estamos, intentando plantar cara a una comunidad potente como es la de Cataluña", responde el técnico del club más laureado del deporte gijonés.

"Al Sporting hay que desearle el ascenso, como al resto de clubes gijoneses que están luchando por ello, como por ejemplo los de baloncesto", subraya Fernando Sierra, un deseo compartido entre técnicos y también entre jugadores. "Sería bonito que los horarios fueran compatibles para que unos y otros podamos ir a apoyarnos en cada partido", propone Natasha Lee especialmente para los partidos decisivos de cara a la consecución de títulos u objetivos. "Ella son unas máquinas, nos han acostumbrado a verlas siempre pelear por lo más", comenta la jugadora de balonmano Leticia Cobo sobre las "chicas del Telecable", como muchos denominan ya al conjunto de hockey.

El hockey y el balonmano se han convertido en Gijón en unas valiosas herramientas para reivindicar el poder del deporte femenino. Un desafío que las jugadoras de Liberbank y Telecable asumen como intrínseco a lo deportivo. "El deporte femenino tiene que seguir creciendo. Ahora no podemos parar. Estamos asomando la cabeza y merecemos que esto vaya en aumento", reclama Sara Lolo en un llamamiento extendido a todos los componentes sociales. "En el último año hemos notado un mayor seguimiento, tanto a nivel de público como atención en distintos ámbitos. En tiempos de crisis laborales y otras dificultades, todos tenemos que conseguir juntos tirar esto para arriba", concluye Fernando Sierra.