"Quini es el Sporting". Es el resumen perfecto del sentir del medio centenar de aficionados que ayer visitaron el Espacio Quini, dentro de El Molinón Tour. La experiencia de ver y conocer la carrera de El Brujo se puede disfrutar desde el recuerdo de los más veteranos al reconocimiento de los más pequeños.

El Sporting vive ahora un momento falto de figuras e ídolos, por eso ha tirado de clásicos para que acompañen a los visitantes en su recorrido por la vida y obra del mejor goleador de la historia rojiblanca. Tres fueron los ex futbolistas que contaron los entresijos y las anécdotas que inundan la vida de Enrique Castro Quini. Juan Eraña, 9 años en el Sporting, dos de ellos junto a El Brujo se unió a Juan Carlos Ablanedo, un año con Quini a su lado en el vestuario, y con Joaquín Alonso, nexo de unión entre sus dos compañeros. El hombre que más veces ha vestido la camiseta del Sporting fue quien más intervino, el maestro de ceremonias perfecto.

"Aquí tenéis a parte viva del sportinguismo", decía Joaquín mientras señalaba a sus compañeros. Ablanedo reconoció que El Brujo era algo más que un compañero. "A los jóvenes se nos caía la baba cuando se sentaba a contarnos historias de su carrera", cuenta el ex portero. Para Joaquín, Quini siempre será más que un compañero, algo que queda claro al oírle hablar de la figura de El Brujo.

Entre los asistentes, se encontraban socios con más de tres décadas a sus espaldas, jóvenes que han visto al equipo en Primera en un puñado de temporadas y pequeños que aún están aprendiendo el himno, pero todos con un denominador común: su devoción por Quini.

En un momento del recorrido, el propio Brujo se dirige a los visitantes. Muchos se emocionan y miran a los que están a su lado, como buscando no ser el único al que se le empañan los ojos. Durante el recorrido, Joaquín, Ablanedo y Eraña rememoran sus vivencias junto al 7 veces "Pichichi". "Quini era tan guasón como miedoso", cuenta Joaquín; "El día que conocimos su secuestro todos pensamos en lo mal que lo estaría pasando". "Apuntaba maneras y pisaba fuerte", dice Eraña. El de Erandio fue muy aplaudido tras una pequeña tertulia que tuvo lugar en el vestuario del equipo. Un aficionado preguntó a los tres exfutbolistas por qué ahora es tan difícil ver a gente de Mareo en el once del Sporting y el ex jugador respondió tajantemente: "Porque no tienen hueco". Los aplausos de los allí presentes sonaron con fuerza. "Si traes 17 fichajes cada año, ¿dónde vas a meter a los del filial?", se pregunta Eraña. Joaquín dribló como pudo el asunto y Ablanedo pedía calma a algún aficionado que preguntaba "¿por qué Mareo no da ni un lateral?".

"Soy del Getafe, vengo de Madrid y de Quini sé que fue un gran goleador", cuenta Iván Borreguero, un joven madrileño que aprovechó su estancia en Gijón para conocer el estadio y la figura del delantero. "Me gustaría que otros clubes copiasen esta iniciativa, para los locos del fútbol es una experiencia alucinante", cuenta Borreguero. "Quini es la historia del Sporting y si encima te la cuentan estos tres fueras de serie la disfrutas aún más", explica Aníbal Sánchez, aficionado rojiblanco que no quiso perderse el tour.

Los huecos para las visitas al Espacio Quini y al Museo del Sporting se llenan al poco de salir ofertadas en la web del club. El Sporting suele aprovechar las semanas en las que el equipo juega fuera de casa para no entorpecer los trabajos del día a día. Antonio Manso fue otro de los gijoneses que se sumó a la cita. Socio durante mucho tiempo y espectador de los encuentros de la UEFA, recuerda las veces que se topó con Quini. "El Brujo era más que un jugador, todos lo que puedas decir de él se queda corto", dice el aficionado.

El recorrido somete al visitante a más de dos horas de memoria histórica sobre la mayor figura del fútbol asturiano, Quini.