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Gaspar, modelo de sportinguismo

El canterano, imagen de la nueva camiseta, llegó en forma tras el verano al ganar masa muscular

Gaspar, con la nueva equipación, durante la grabación del vídeo promocional. | RSG

Gaspar Campos se ha convertido, de forma involuntaria, en modelo de sportinguismo. El joven canterano ha sido elegido –junto a lo jugadora del Sporting Femenino Érika Lombídez– como imagen de la nueva camiseta de la entidad, que vio la luz el pasado viernes. Un hecho que no es casual, sino que refleja una apuesta que el club quiere hacer valer sobre la cantera. A ello se suma otra circunstancia visible: el atacante sportinguista ha vuelto de las vacaciones en forma.

Gaspar ha perdido peso durante el verano y, sobre todo, ha ganado masa muscular. Se le ve “fino”. El canterano sportinguista, que contará ya con ficha del primer equipo, se ha machacado durante el verano. Ha cuidado su alimentación y ha hecho ejercicio. Un esfuerzo que ahora se hace visible, llegando a Mareo como uno de los jugadores más en forma de la plantilla.

El joven futbolista no ha descuidado su dieta durante el periodo vacacional, sino que ha sabido cuidarse y seguir las recomendaciones del club. También en lo relativo al ejercicio físico, que practicó con asiduidad. Todo esto ha hecho que haya aumentado su índice de masa muscular, ganando explosividad. “Le queda bien hasta la equipación, parece un modelo”, bromean desde su entorno más cercano.

A ello se suma otro aspecto importante: Gaspar ha sido especialmente cuidadoso durante las vacaciones para evitar contagiarse de coronavirus. Una enfermedad que ya pasó en el mes de enero, a raíz del brote que se desató en el vestuario rojiblanco. Así, ha mantenido las mismas burbujas que tiene durante el curso: su familia, a la que está muy unido; su pareja, con la que se fue de vacaciones por el norte de España; y sus compañeros de equipo, con los que coincidió también en el periodo vacacional. Todo para evitar cualquier tipo de imprevisto que le alejara de los terrenos de juego

Unos esfuerzos en su periodo vacacional que representan esa ética de trabajo tan estricta que Gaspar tiene como uno de sus mayores valores, heredado de su núcleo familiar. Más aún en un año como este, en el que el atacante gijonés es consciente de que tiene que dar un paso al frente para afianzarse en la primera plantilla rojiblanca. Más aún tras la salida de jugadores importantes, como Manu García. Unos galones que ahora Gaspar está preparado para coger.

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