Gaspar sonríe en Burgos

El gijonés recupera su olfato goleador y gana en protagonismo en el equipo revelación de Segunda

Gaspar celebra su gol al Alavés.

Gaspar celebra su gol al Alavés. / A. Menéndez

Andrés Menéndez

Andrés Menéndez

Gaspar Campos sigue dando pasos en la buena dirección y está aprovechando su cesión en el Burgos para confirmarse. A sus 22 años, el gijonés está siendo un jugador importante para Julián Calero. Contra el Villarreal B, el poste le amargó frustrando lo que habría sido un enorme gol. Pero ante el Alavés recuperó su olfato goleador marcando el primero para el equipo diseñado por Michu.

Hoy, sin duda, la revelación del campeonato, único equipo con Las Palmas que no ha sido derrotado. Las habilidades demostradas por el atacante gijonés en su primer año en el fútbol profesional, la 20-21, están regresando con la confianza de Calero, que fuera mano derecha de Fernando Hierro en el Oviedo. Gaspar está sumando minutos y, sobre todo, recuperando esas sensaciones que había en parte perdido durante los complicados últimos meses.

Calero le tiene en mucha consideración: cuenta con él en ambos costados y como segundo punta. Y esa confianza está ayudando al futbolista formado en Mareo, e internacional sub-21, a asentarse en el profesionalismo. Abelardo y la dirección deportiva consideraron oportuno ceder al jugador para que tuviera más continuidad en un club de mucha exigencia como es este Burgos.

La competencia en los costados en Mareo era alta y en la pretemporada se sumó la irrupción de Dani Queipo, situaciones que llevaron a proponer a Gaspar este préstamo sin más condiciones. Y Gaspar vuelve a sonreír.

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