El Sporting vuelve al camino de la victoria a costa del Zaragoza: 1-0 y polémica arbitral

Queipo decidió con un gol a los tres minutos antes de provocar la expulsión de Alarcón en un inicio arrollador | Los rojiblancos vieron un tanto anulado y reclamaron un penalti ante un rival que acabó con nueve y apretó hasta el final

Ángel Cabranes

Ángel Cabranes

El Sporting de Miguel Ángel Ramírez ya sabe ganar. Los rojiblancos se impusieron por la mínima al Zaragoza gracias a un gran inicio con Queipo como protagonista. El canterano hizo el gol de la victoria a los tres minutos y provocó la expulsión del visitante Alarcón a los siete. A partir de ahí, el conjunto gijonés tuvo el balón, pero no el control de un partido en el que no supo rentabilizar su superioridad numérica. Frenado al anular el VAR, con polémica, un tanto a Campuzano antes del descanso, el equipo reclamó un penalti y perdonó la sentencia mientras los visitantes apretaban en busca del empate. Incluso después de quedarse con nueve al ver Nieto la segunda amarilla a trece minutos del final.

1
Sporting
0
Zaragoza
1-0, min. 3: Queipo.
Sporting
Cuéllar (2);
Rosas (1), Pola (2), Cali (1), Inusa (1), Diego Sánchez (2);
Pedro (2), Christian Rivera (1);
Aitor (1), Queipo (3);
Campuzano (2).
Cambios

Cristo (1) por Campuzano, min. 62; Jordan (1) por AItor, min. 74; Djuka (1) por Queipo, min. 74; Pol Valentín (s.c.) por Pola, min. 84 y Varane (s.c.) por Christian Rivera.

Zaragoza
Cristian Álvarez (1);
Larra (1), Francés (1), Jair (2), Nieto (1);
Puche (s.c.), Francho (1), Alarcón (0), Vada(1);
Mollejo (2), Iván Azón (1).
Cambios

Jaume (1) por Puche, min. 12; Giuliano Simeone (2) por Iván Azón, min. 46; Zapater (1) por Vada, min. 69; Manu Molina (1) por Francho, min. 69 y Gabi (s.c.) por Mollejo, min. 80.

Árbitro: Árbitro: Busquets Ferrer (C. Balear). Expulsó, con roja directa, al visitante Alarcón a los 77 minutos. También fue expulsado el jugador del Zaragoza Nieto, por doble amarilla, en el min. 76. Amonestó a los locales Campuzano y a los visitantes Jaume y Jair.
El Molinón Enrique Castro Quini: 16.553 espectadores, según datos oficiales.

Queda mucho por mejorar, pero la primera victoria de Miguel Ángel Ramírez permite rescatar cierta calma y ganar tiempo para aclarar dudas. El inicio acabó siendo decisivo. El Sporting se puso por delante en el marcador en su primer ataque y en el siguiente, dejó al Zaragoza con uno menos. Todo, con Queipo como denominador común. El tanto llegó en una jugada de tiralíneas que empezó a mostrar lo que parece buscar Miguel Ángel Ramírez. Queipo vino a descargar casi al centro del campo, Aitor abrió hacia el carril izquierdo, y Diego Sánchez apuró hasta casi llegar a línea de fondo. Levantó la cabeza el avilesino y buscó en la frontal la llegada desde atrás le Queipo. Conectó el de La Fresneda con pierna derecha, lanzándose al suelo, y ajustando a la cepa del palo izquierdo de la meta de Cristian Álvarez. Gol “made in Mareo” y el talismán Irarragorri -en el palco para el estreno liguero del nuevo entrenador- funcionando. 

Con un esquema de cinco defensas, laterales altos y Queipo creciendo como interior, un nuevo balón en tres cuartos para el canterano mostró a Alarcón el camino a la ducha. Entró por detrás clavando la planta del pie en el gemelo del rojiblanco. Busquets Ferrer, árbitro del partido, mostró amarilla y desde el VAR se le invitó a revisar y tener en cuenta la roja. La acción, en la que se ve ninguna intención de disputar el balón, dejó al Zaragoza con uno menos y el partido, cuesta abajo para Miguel Ángel Ramírez.

El Sporting asumió entonces el control del balón en busca de aumentar la ventaja, pero el peligro llegó ya a cuentagotas durante la primera parte. Se rearmó el Zaragoza con la entrada de Jaume por Puche. Bien parapetado atrás, esperó a una contra. Acarició el empate el equipo de Fran Escribá en un buen balón desde la izquierda de Nieto rematado por Mollejo, al anticiparse a Cali. Reaccionó con una buena mano Cuéllar. El partido seguía aún muy vivo. Pudo matarlo Aitor en otra contra, lanzada por un Queipo tremendamente protagonista, y mejorada por Campuzano. El de Gibraleón dudó y resolvió lento y blando al centro de la portería.

Antes del descanso el Sporting consiguió adelantarse por medio de Campuzano, el elegido para encabezar el ataque. Pedro disparó desde la frontal, el balón golpeó en el muslo de Jair, y la pelota inició una parábola en la que el más listo fue el badalonés. Persiguió la caída para adelantarse a Cristian Álvarez picándosela de cabeza al meta de los maños. El VAR acabó por neutralizar lo que hubiera supuesto un golpe casi definitivo al partido. Lo hizo en una polémica decisión al interpretar falta de Insua sobre Mollejo, el mejor de los visitantes, en el inicio de la jugada. Las imágenes mostraron un lance más y Busquets Ferrer, que en un inicio había dado validez al tanto, se corrigió. Bronca y todo aún por escribir.

Polémica

Si el VAR centró la polémica antes del tiempo de descanso, otra ración esperaba al inicio de la reanudación. En un balón disputado por el de siempre, Queipo, con Larra, la pelota acabó pegando en el brazo del defensor visitante. Los jugadores y El Molinón, lanzados a reclamar una pena máxima que el colegiado balear consultó, pero no pitó. Mano al pinganillo y ni siquiera visita al monitor. Siguió en busca del segundo el equipo de Miguel Ángel Ramírez, desaprovechando Insua una oportunidad de oro. Un buen envío de Pedro al sacar una falta lateral encontró al coruñés solo en el segundo palo. El testarazo se fue arriba. Los rojiblancos, destinados a sufrir. 

Con los dos equipos consumiendo cambios y el escenario manteniendo al Sporting con el balón, pero sin ser dueño ni regalar más ocasiones, el Zaragoza acabó quedándose con nueve al ver Nieto la segunda amarilla por un pisotón a Christian Rivera al disputar el balón. El árbitro, otra vez en la picota de unos y otros. Trece minutos y aparente respiro. Para nada. Con dos menos, los maños llegaron aún a inquietar con tres saques de esquina consecutivos. El Sporting, viviendo al filo. Los nervios, a tope. Aceleró el ataque rojiblanco Cristo en unos diez minutos finales compartidos arriba con Djuka y en los que el canario agitó y estuvo cerca de marcar de tacón. El gol nunca llegó, pero el Sporting conquistó un mes después la victoria para poner tierra de por medio con el descenso y apaciguar los miedos tras lo visto en Copa.

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